DÍA DE LA SALUD SEXUAL
Los cambios también llegan al placer sexual en tiempos de COVID-19

Cada 4 de septiembre se dedica a promover la salud sexual, el bienestar y los derechos de todos, aunque este año es un poco distinto debido a la pandemia.
La protección individual salvaguarda a otros de enfermarse de COVID-19, pero la vida debe seguir y la sexualidad es una parte inseparable y esencial de los seres humanos. Este es el mensaje central que emiten los organismos internacionales este 4 de septiembre al conmemorarse el Día Mundial de la Salud Sexual, una jornada que se dedica a promover la salud sexual, el bienestar y los derechos de todos, aunque este año es un poco distinto debido a la pandemia.
La salud sexual se define como un estado bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad que requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia, una definición acuñada por la Organización Mundial de la Salud en 2002.
‘El placer sexual en tiempos de crisis por COVID-19’, el lema de este año
El problema es que el confinamiento y las medidas sanitarias para combatir el coronavirus pueden desencadenar una inquisición reflexiva sobre el papel que tiene la sexualidad en nuestras vidas. Si bien la transmisión y la desigualdad son aspectos importantes de una pandemia de este tipo, los organismos internacionales recuerdan asimismo que es importante no caer en un discurso higienista que empuje de manera explícita o implícita a las personas a vivir sus vidas sexuales bajo miedo y presión externa.
La nueva situación mundial originada por el coronavirus requiere una atención especial por las medidas de confinamiento, distancia social y de higiene recomendadas para su control, así como por las consecuencias sanitarias, sociales y económicas tras la desescalada de las citadas medidas para volver a normalizar la vida. Por todo ello, el lema de esta edición lleva por título ‘El placer sexual en tiempos de crisis por COVID-19’.
Rechazo a los programas centrados en el miedo, peligro, enfermedad y muerte
La salud y los derechos sexuales son un importante problema de salud pública que requiere una atención específica en época de pandemia. En la sociedad ya hay y habrá efectos sociales significativos en la salud sexual, en las relaciones de pareja, en las relaciones familiares, en las relaciones sociales y en salud mental, además de dificultades económicas por la pérdida de muchos empleos, que serán las principales fuentes de preocupación.
La Asociación Mundial para la Salud rechaza los programas centrados en el miedo, peligro, enfermedad y muerte que se asocian al comportamiento sexual, ya que a menudo producen efectos opuestos a los deseados. En cambio, los programas de salud que incorporan el placer sexual mejoran las actitudes y el conocimiento acerca de la salud sexual, la comunicación en pareja y las prácticas de sexo seguro como parte del repertorio sexual de cada persona.
300 casos de VIH cada año en Canarias
En España hay unas 145.000 personas viven con el VIH, aproximadamente. Se estima que, de estas, el 18% no lo sabe aún. En Canarias, se dan alrededor de unos 300 nuevos casos anuales y el principal medio de transmisión suele ser a través de vía sexual. Este hecho no sólo justifica la necesidad del servicio Atención Integral a Personas Seropositivas en Situación de Vulnerabilidad de Cruz Roja en las Islas, sino también el enfoque del mismo y de las actividades que se desarrollan.
‘El Puntito’ es el nombre coloquial que recibe el proyecto de Atención Integral a Personas Seropositivas en Situación de Vulnerabilidad que desarrolla Cruz Roja en Canarias desde hace dos años. Esta iniciativa, que está financiada por el Gobierno de Canarias, ofrece servicios para todo el archipiélago, aunque centralizados en las islas de Tenerife y Gran Canaria, relacionados con la prevención del VIH y las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Su principal objetivo es prevenir el VIH y las ITS, y atender a las personas que necesiten ayuda en relación a su salud sexual, sobre todo personas seropositivas en situación de vulnerabilidad. Dado los buenos resultados obtenidos el pasado año, actualmente el equipo de ‘El Puntito’ ha crecido y ahora cuenta con la presencia de dos psicólogos y un enfermero para el desarrollo de sus múltiples servicios.