Ante una emergencia hay que llamar al 112

Claves para disfrutar de un verano seguro en el agua

Bañarse con bandera roja, en playas sin socorrista y la 'corriente de retorno', los mayores peligros para el bañista en verano.

Claves para disfrutar de un verano seguro en el agua

Llegó el verano y nos aprestamos a disfrutarlo en las playas y orillas, pero conviene hacerlo de forma segura. No hacer caso a la bandera roja, bañarse en playas que carecen de  socorrista y la llamada 'corriente de retorno', constituyen los principales peligros para el bañista. La plataforma 'Canarias, 1500 kilómetros de Costa' lo tiene clarísimo y recomienda una decena de claves para la prevención de accidentes acuáticos. El denominador común ante una situación de emergencias es llamar, siempre, al teléfono único de emergencias 112.

Una bandera roja es un semáforo en rojo. Ocho de cada diez accidentes en el mar se producen por no respetar el color de la bandera e, igualmente, un 80 por ciento de éstos acaban en muerte. La bandera roja significa prohibido el baño. Cuando la bandera que ondea en la costa es de color amarillo está indicando que hay que entrar con precaución. La bandera verde, en cambio, equivale a buenas condiciones para el baño.
 
Otra de las circunstancias que genera mayor índice de mortalidad es bañarse en playas sin vigilancia. Una playa desierta carece de socorrista y, en ocasiones, de señalización, con lo que si la seguridad del bañista se ve comprometida, no habrá un profesional que le auxilie. Por ello, en las playas en las que no exista vigilancia hay que extremar las medidas de seguridad. En estos lugares, hay que entrar despacio en el agua comprobando la profundidad, evitar las corrientes y nadar siempre en paralelo a la orilla. Conviene evitar el baño nocturno y no meterse en el agua si se ha consumido bebidas alcohólicas o sustancias estupefacientes.
 
El perfil del ahogado se corresponde con un varón de entre 55 y 75 años de edad
 
La `corriente de retorno´ es otro de los principales peligros para el bañista al verse arrastrado mar adentro impidiéndole volver a la orilla. Cuando no se conoce la playa, antes de meterse en el agua se debe preguntar al socorrista, pescadores o surfistas que conocen las corrientes. Hay que desconfiar de la zona de calma, ya que es ahí donde se genera la ‘corriente de retorno’. Cuando se está en apuros no se debe luchar contra la ‘corriente de retorno’: hay que ahorrar energía, mantener la calma y agitar los brazos para llamar la atención. Sólo si se es buen nadador se puede intentar nadar en paralelo a la orilla.
 
Además de los descritos, hay otros peligros que acechan en la costa. Muchos ahogamientos entre pescadores se producen al perder el conocimiento por un golpe en la cabeza contra las rocas. Por ello, se recomienda utilizar chaleco salvavidas y casco si se va a pescar en acantilados, ir siempre acompañado e informar del lugar de pesca.
 
Hay que tener cuidado con los manguitos de los niños, porque generan una falsa sensación de seguridad. Lo mejor es enseñarlos a nadar desde el primer año de vida y, aun así, hay que meterse siempre con ellos en el agua, teniendo especial cuidado con los resbalones en el bordillo de las piscinas. No obstante, el perfil del ahogado en las Islas  se corresponde con un varón de entre 55 y 75 años de edad. Por ello, se insiste en ser consciente de los años y las limitaciones físicas.
 
Los selfies han costado la vida a cinco personas en los últimos cuatro años
 
Hay que tener muy presente que el corte de digestión no es un bulo. Después de una copiosa comida, hay que entrar en el agua con moderación tras haber hecho una digestión  de dos horas. Asimismo, el buceo es un deporte de riesgo, por lo que al practicar submarinismo hay que ir siempre acompañado y revisar a fondo el equipo antes de sumergirse. Y ya puestos, no está de más recordar que recolectar `recuerdos´ del fondo marino es una mala práctica que deteriora el ecosistema.
 
Los practicantes de deportes acuáticos, por muy hábiles que sean, deben tener en cuenta las corrientes marinas y los vientos, ser conscientes de sus limitaciones y procurar no alejarse demasiado de la costa. Por su parte, a los bañistas con movilidad reducida se recomienda acudir a playas que dispongan de servicios que puedan atenderlas.
 
Y la última: los selfies a costa del riesgo. Se ha puesto de moda pretender inmortalizar un instante mediante un selfie frente a la costa, especialmente en acantilados o zonas rocosas, sobre todo cuando, por su espectacularidad, hay fuerte oleaje. En Canarias, esta circunstancia ha costado la vida a cinco personas en los últimos cuatro años. Las caídas desde gran altura al mar o ser arrastrado por una ola son las situaciones más frecuentes que han generado víctimas mortales en todo el mundo.

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