De cómo un Gobierno empeora notablemente la vida de una persona con discapacidad
A Juan Teneria, sin piernas y con un 87% de discapacidad, lo envían a una vivienda pública no accesible, sin agua ni luz, sucia y fuera de la isla donde residía hasta ese momento.
El caso de Juan Teneria es un ejemplo de cómo, en ocasiones, la política puede estropear notablemente la vida de una persona con discapacidad. La Plataforma por una Vivienda Digna ha dado a conocer hoy el caso y las medidas que han tomado para que se busque una solución inmediata al despropósito.
Juan Teneria tuvo que abandonar el garaje donde residía en Arrecife, de mutuo acuerdo con los propietarios del inmueble. Y, debido a su situación, dependiente de Servicios Sociales, demandó una vivienda pública, acorde con el alquiler que podía pagar y su situación.
Tras mucho batallar, y para no cansarles, el Gobierno de Canarias le da una solución… En Antigua, en la isla de Fuerteventura. Lejos de su lugar de arraigo, Arrecife, donde Juan se desarrollaba en sociedad. Dado su estado de necesidad, no le quedó otra que aceptar ese nuevo destino.
Sin embargo, cuál no sería su sorpresa al llegar a la vivienda -de alquiler social- concedida por el Gobierno de Canarias: en lo alto de una loma e inaccesible para su silla de ruedas, que debe dejar fuera de la vivienda al no poder superar el escalón de entrada. Juan ha de colocarse las prótesis más tiempo del que es recomendable, lo cual le ha ocasionado un empeoramiento en su estado de salud.
A la llegada la casa no contaba ni con luz ni con agua. Ni en óptimo estado de limpieza. La sensación que tuvo Juan es la de que Servicios Sociales en lugar de darle una solución, se habían quitado un problema de encima. Fue realojado a muchísima distancia de la parada de guagua más cercana y de las tiendas y servicios básicos y, además, con un importante desnivel que tiene que salvar a golpe de manos en su silla de ruedas.
Hoy Francesca Baldasari y Olga Martínez, de la Plataforma por una vivienda digna, han puesto de manifiesto que seguirán luchando para que Juan Teneria tenga una solución definitiva, acorde con su situación vital y que no sea una estadística más para el Gobierno, sino un caso a tratar desde el punto de vista humanitario. Luchan porque Juan tenga una vivienda, no sólo digna, sino accesible y cercana a los servicios básicos.