DÍA SIN COCHE

Día sin Coche en Lanzarote, otro año con las calles y carreteras atestadas

Teniendo en cuenta que hay unos 153.000 residentes en Lanzarote, resulta que hay más vehículos que personas mayores de edad.

Día sin Coche en Lanzarote, otro año con las calles y carreteras atestadas

Cada 22 de septiembre se celebra el Día Mundial sin Coche y, como cada año, en Lanzarote la jornada sólo la conmemoran los conductores haciendo lo que todos los días, ir y venir a bordo de un vehículo privado a motor. El parque de vehículos de la isla ronda 131.000 unidades, incluida la flota de coches de alquiler sin conductor. Teniendo en cuenta que hay unos 153.000 residentes, resulta que hay más vehículos que personas mayores de edad. No es para sentirse orgullosos, precisamente, en un territorio declarado Reserva Mundial de la Biosfera y Geoparque.
Los municipios se encuentran más o menos inmersos en sus planes de movilidad sostenible
 
La conmemoración del Día Sin Coche persigue, sobre todo, que la población tome conciencia del verdadero uso que se le debe dar a esta máquina. Los coches no solo generan mayor contaminación ambiental y acústica; también hacen que nuestras calles sean más inseguras e incentivan a que las personas sean mucho más sedentarias, trayendo consecuencias en el organismo como la obesidad mórbida, problemas circulatorios y problemas arteriales. Un problema añadido es que la pandemia también juega en contra del transporte público debido al riego de contagio, lo que ha provocado un repunte de la movilidad en automóvil.
 
No obstante, todos sabemos que un día sin coche no va a cambiar el mundo, pero nos permite darnos cuenta que no somos tan dependientes de este medio de transporte y que no es necesario sacarlo del garaje para ir a comprar el pan a la esquina o llevar a los niños a la escuela, si está a pocos minutos a pie. No coger el coche cada vez que sea posible nos permite reconectarnos con nuestro cuerpo y con el entorno al transitar por la ciudad a pie o en bicicleta. En estos momentos, los municipios de la isla se encuentran más o menos inmersos en sus planes de movilidad sostenible, de los que poco a nada se saben.
Los turistas desean disfrutar en una visita a medida, lo que dificulta renunciar al transporte individual
 
La industria turística tampoco ayuda, como han puesto de manifiesto JM Martín Martín y JM Guaita Martínez en su estudio titulado An Analysis of the Tourist Mobility in the Island of Lanzarote: Car Rental Versus More Sustainable Transportation Alternatives, cuyo objetivo era analizar la sostenibilidad de la movilidad turística en Lanzarote, un espacio declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Los autores se detuvieron en los patrones de movilidad de los turistas, el criterio utilizado para seleccionar un modo de transporte u otro y su actitud hacia la sostenibilidad del transporte. 
 
Los resultados obtenidos por Martín y Guaita muestran que el modelo de turismo implantado en la isla se basa en recursos naturales y turísticos que se encuentran dispersos geográficamente, y que los turistas desean disfrutar en una visita personalizada y a medida, lo que hace que sea difícil renunciar al transporte individual. Por ello, consideran que la única alternativa ambientalmente sostenible es optar por vehículos eléctricos con estaciones de carga en los puntos turísticos. El estudio fue publicado en la revista Sustanaibility (2019).

Los problemas del coche en la ciudad

La expansión urbana y la concentración de los centros de trabajo y de consumo en lugares situados en las afueras de las ciudades, han provocado un aumento continuo en la distancia de los desplazamientos y un mayor uso del coche. 
 
Pero este cada vez mayor uso del automóvil genera graves problemas tanto para las ciudades como para nuestra salud y calidad de vida. Según Ecologistas en Acción, algunos de los problemas más importantes son:
 
Contaminación atmosférica. Los automóviles son la principal causa del deterioro de la calidad del aire que respiramos. Se estima que fallecen cada año de forma prematura 16.000 personas a causa de la mala calidad del aire en el conjunto del Estado.
 
Ruido. El tráfico es la principal fuente de ruido de nuestras ciudades. Un 74% de la población española sufre niveles altos de ruido, y un 23% está sometida a niveles superiores a los 65 decibelios.
 
Pérdida de autonomía para los niños. La falta de seguridad en las calles, dominadas por los automóviles, limita su movilidad y su autonomía. Los niños no pueden ejercer su derecho de andar solos por la ciudad o camino de la escuela, ni su libertad para jugar y relacionarse con otros niños en la calle, por lo que acaban confinados en sus casas. Esta restricción de su autonomía influye negativamente en su desarrollo físico, cognitivo y social. 
 
Pérdida de espacio público. La mayor parte del espacio público de la ciudad se destina al tránsito o aparcamiento de los coches. La calle se convierte en un lugar inhóspito, perdiendo su carácter de lugar de encuentro y relación.
 
Cambio climático. El automóvil es responsable del 83% de las emisiones de CO2 del transporte. Esta proporción aumenta mucho en áreas urbanas. En total, la mitad de las emisiones del transporte que contribuyen al cambio climático se producen en áreas urbanas.
 
Siniestralidad. En 2018 se produjeron casi dos mil muertes por accidentes en carreteras y calles de nuestro país, sobre todo, atropellos. Niños y ancianos son las principales víctimas.

Comentarios