27 FEBRERO, DÍA NACIONAL DEL TRASPLANTE
Donantes canarios de órganos, los más solidarios del mundo
26 de febrero de 2019 (09:58 h.)
España es, con diferencia, el país líder del mundo en donaciones de órganos y tejidos, pero Canarias está por encima con 49,5 donantes por millón de población.
Donar un órgano es donar vida. Bien lo saben los trasplantados y las personas y las familias que, generosamente, donan órganos. Conviene recordarlo este 27 de febrero, al conmemorarse el Día Nacional del Trasplante, a pesar de que los canarios somos la comunidad más solidaria del planeta. España es, con diferencia, el país líder del mundo en donaciones de órganos y tejidos, con 34,6 donantes por millón de población (pmp), pero Canarias le echa la pata por encima con 49,5 pmp, nada menos.
El Servicio Canario de la Salud registró en 2018 un nuevo récord en donaciones, lo que permitió a sus centros realizar 204 trasplantes de riñón, hígado y páncreas. Este año se prevé realizar también trasplantes de corazón, unas operaciones que hasta ahora se efectúan en centros de la Península, entre diez y quince anuales. El pasado año hubo 105 donantes en las Islas, una cifra que, lejos de conducir al triunfalismo, subraya la necesidad de profundizar en la donación. Cuantos más donantes, más trasplantes y más vida, ya que aproximadamente el 10 por ciento de los receptores fallecen mientras esperan recibir un órgano.
El coste económico de un trasplante es cubierto por el Sistema Nacional de Salud
Para promover la donación altruista de órganos se creó en el país la Organización Nacional de Trasplantes, un organismo público encargado de los asuntos relacionados con trasplantes. Su único fin es que el ciudadano que necesite un trasplante tenga las mayores y mejores posibilidades de conseguirlo. A este organismo se le atribuye el éxito del reconocido modelo español de trasplante, recomendado por la Organización Mundial de la Salud y que se está aplicando en diferentes partes del mundo con resultados muy similares.
Tras la donación le sigue el trasplante, que consiste en sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente. Hoy en día, constituye una técnica médica muy desarrollada que logra magníficos resultados para los receptores. No obstante, necesita obligatoriamente la existencia de donantes, ya que sin la solidaridad de estos no hay trasplantes. Las donaciones se realizan siempre de forma altruista y el coste económico que entraña todo el proceso es cubierto por el Sistema Nacional de Salud. Por ello, el órgano donado es trasplantado gratuitamente, sin que influya la condición social o económica del paciente que lo recibe.
Nadie puede donar ni recibir un trasplante salvo mediando la solidaridad altruista
En este país, la donación y el trasplante se encuentran regulados por la Ley de Trasplantes, que garantiza, entre otros, dos aspectos fundamentales. En primer término, el altruismo de la donación, ya que nadie puede donar ni recibir un trasplante con otras intenciones o medios que no sea la solidaridad altruista. Y, en segundo lugar, la equidad en el acceso al trasplante, puesto que todas las personas tenemos el mismo derecho y las mismas posibilidades de recibir un trasplante, independientemente de nuestro lugar de residencia o de cualquier otra coyuntura personal. Esto es así, porque existe una red estatal de coordinación y trasplantes, sometida a rigurosos controles para verificar la igualdad de todos los ciudadanos.
Ahora bien, ¿quién tiene acceso a un trasplante? Pues las personas enfermas que sufren un daño irreversible en uno de sus órganos (hígado, corazón, pulmón, intestino, páncreas y riñón) y no pueden curarse con otro tipo de tratamiento médico. El trasplante es la única solución para evitar su muerte o para llevar una mejor calidad de vida. Con el fin de garantizar los principios de igualdad y equidad, los criterios de trasplante se establecen teniendo en cuenta dos aspectos fundamentales: territoriales y clínicos. El equipo de trasplante decide, dentro de su lista de espera, qué paciente es el más indicado para recibir el órgano, siguiendo los criterios clínicos como compatibilidad del grupo sanguíneo, características antropométricas, la gravedad del paciente, etc.
Quiero ser donante de órganos, ¿qué tengo que hacer?
Si quieres ser donante de órganos solicita la tarjeta de donante, cuyo valor no es legal sino meramente testimonial. Esto significa que, en el momento de fallecer, si pudieras ser donante de órganos, tu familia va a tener que firmar el consentimiento para proceder a la extracción. Por ello, se aconseja que, en vida, manifestemos nuestro deseo con respecto a la donación de órganos. La familia, si es conocedora de la decisión del fallecido, tiende a respetar su voluntad.
Según nuestra legislación todos somos donantes, excepto si hay constancia escrita de lo contrario. No obstante, a la hora de decidir, las comisiones de trasplantes de los hospitales son muy respetuosas con la decisión de las familias. Por eso, es tan importante que seamos capaces de trasmitir a nuestro entorno más cercano lo que queremos que se haga con nuestro cuerpo.
Por último, existen muchos tipos de tejidos que también se trasplantan para curar enfermedades, aunque son bastante menos conocidos que los trasplantes de órganos sólidos.