CRISIS SANITARIA | ECONOMÍA

El Gobierno, ante la disyuntiva de relajar las restricciones o mantenerlas en Carnaval

A un mes escaso de que se cumpla el primer año en que nuestras libertades se han visto limitadas como consecuencia de la pandemia, a un día del inicio del puente de Carnaval y a horas para que se tome la decisión.

El Gobierno, ante la disyuntiva de relajar las restricciones o mantenerlas en Carnaval

A un mes escaso de que se cumpla el primer año en que nuestras libertades se han visto limitadas como consecuencia de la pandemia, a un día del inicio del puente de Carnaval y a horas para que se tome la decisión, el Gobierno de Canarias se debate entre relajar medidas y fiarlo todo a la responsabilidad ciudadana o mantenerlas para evitar otro "efecto navidades" con un rebrote de contagios en todas las islas, especialmente duro en Lanzarote.

Precisamente en nuestra isla, y en La Graciosa, no se prevé que bajemos del actual nivel 4, el más estricto de los existentes hasta el momento en Canarias. Los indicadores, al menos, no invitan a pensar que sea así. Lanzarote no acaba de doblegar la curva y, fundamentalmente, la presión asistencial en el Hospital Dr. José Molina Oroso sigue siendo notable, con la UCI desbordada y pacientes que tienen que ser trasladados a Gran Canaria.

El propio comité cientítico asesor del Gobierno de Canarias ha opinado al respecto que son partidarios de mantener las restricciones ante el temor de que el puente de Carnaval, desde este viernes hasta el miércoles, sea un nuevo foco de infecciones masivas en todas las islas. Temen también que el simple hecho de que se repita un mensaje del tipo "tener unas navidades tranquilas", sea interpretado de modo erróneo por parte de la población. De hecho hay constancia de que se están alquilando villas para fiestas privadas que no auguran, precisamente, nada bueno.

¿Qué ocurre en el resto de España?

Aunque la mayoría de comunidades autónomas apuestan por mantener las restricciones, algunas ya han dado pasos para empezar a abrir la mano a la hostelería y la movilidad de sus ciudadanos como en Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía, mientras que Madrid prevé flexibilizar el toque de queda y el cierre de los bares.

Con la mejoría de algunos indicadores en esta tercera ola de la pandemia, especialmente el referido al descenso de los contagios, son más las comunidades autónomas decididas a no suavizar sus restricciones por el momento.

Es precisamente este debate, el de alivar o no las medidas, el que este miércoles ha vuelto a ponerse sobre la mesa en muchas comunidades autónomas horas antes de que los consejeros de Sanidad se reúnan como cada semana con la ministra Carolina Darias en el Consejo Interterritorial de Salud.

Pocos se atreven a hablar de "desescalada" a mes y medio de la celebración de la Semana Santa y sí muchos los que empiezan a vaticinar una cuarta ola si las restricciones se eliminan.

Con todo, hay gobiernos autonómicos que apuestan por suavizar frente a otras que, muy al contrario, han prorrogado otros catorce días sus limitaciones.

Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid abren la mano

A partir de este viernes Extremadura volverá a abrir la hostelería de 7 a 18 horas y con uso obligatorio de la mascarilla; los centros comerciales y los espacios culturales y deportivos.

Levantará además el cierre perimetral de los municipios, a excepción de los de más de 3.000 vecinos con una incidencia de covid acumulada a los 14 días superior a los 500 casos por cada 100.000 habitantes, 22 en la actualidad.

Con "cautela" el gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado también que tiene previsto relajar sus medidas en dos fases, aunque será este jueves cuando apruebe el primer paquete de flexibilización y dentro de otros 10 o 15 días, en función de la evolución de la tercera ola y la incidencia del virus, "una segunda fase de normalización", en palabras del presidente autonómico, Emiliano García-Page.

Si el descenso de contagios continúa hasta el viernes, la Comunidad de Madrid también prevé relajar algunas medidas. La idea planteada este miércoles pro su vicepresidente, Ignacio Aguado, es retrasar el toque de queda de las 22:00 a las 23:00 horas y flexibilizar la hora de cierre de la hostelería, que en estos momentos está fijada a las 21:00 horas.

El Gobierno madrileño se plantea un cierre "flexible" de la hostelería para que los bares y restaurantes no tengan una hora fija de cierre, siempre que sea antes del comienzo del toque de queda.

Por último, Andalucía estudia que aquellos municipios donde se haya registrado una bajada sostenida de contagios de covid de diez días consecutivos puedan cambiar a una fase en la que las medidas sean menos restrictivas.

De hecho, el Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto ha acordado reducir "de 14 a 7 días" las restricciones de la movilidad no esencial y que la revisión de la incidencia del virus en los municipios se hará una vez a la semana en lugar de dos como hasta ahora.

Galicia, Cantabria, Castilla y León o Baleares se mantienen

Frente a estos primeros pasos, la mayoría de comunidades mantienen sus restricciones.

Desde Galicia, su presidente Alberto Núñez Feijó, ha dejado claro este miércoles que sería "poco prudente", con casi 250 pacientes en UCI, empezar a hablar de desescalada, mientras que en Cantabria se ha prorrogado el cierre del interior de la hostelería y los casinos y salas de juego catorce días más.

Su consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha subrayado que no se plantea la apertura hasta que la región llegue a un nivel 2 de alerta y que éste se consolide durante varios días, al menos siete.

Y eso pese a que Cantabria conserva hasta ahora un lugar de cierto privilegio entre los territorios con un impacto del virus más leve. De hecho, hace unos días el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ofreció "encantado" las camas hospitalarias y las UCI de Cantabria para acoger a pacientes de Castilla y León, que padece una situación sanitaria más comprometida.

Esta es otra de las regiones, Castilla y León, que ha decidido ya prorrogar hasta el 23 de febrero las medidas restrictivas tomadas en enero que afectan fundamentalmente al sector de hostelería, los centros comerciales, los gimnasios y los salones de juego, al entender que persiste el riesgo "extremo" de contagios de covid.

Cierre completo durante dos semanas más de bares y restaurantes en Baleares. La clausura concluía este sábado en Mallorca, Ibiza y Formentera y al interior de los locales de hostelería de Menorca, donde sí pueden abrir las terrazas con ocupación y horarios limitados. 

Comentarios