El noveno
El aeropuerto de Lanzarote sigue formando parte del exclusivo top ten de la red española por tráfico de pasajeros. Ocupa el noveno lugar del total de 48 aeropuertos públicos civiles de interés público gestionados por la sociedad Aena, dependiente del Ministerio de Fomento. Este dato lo convierte en uno de los más rentables del país.
El aeropuerto lanzaroteño cerró 2016 con casi 6,7 millones de pasajeros, una cifra insignificante comparada con los 230 millones movidos por Aena en su conjunto, aunque mucho peor lo llevan otros, sin que sirva de consuelo. Baste un dato: la suma de pasajeros de la mitad de los aeropuertos de Aena, los de menor afluencia, supone tan solo el 1,7% del total registrado en 2016. Ese sí que es un número insignificante que pone en cuestión el tamaño de la red y la ineficiencia de algunas de las pistas. Del despilfarro inversor del pasado surgieron los aeropuertos vacíos, cuales zombis, a pesar de que el territorio continental dispone de modos alternativos de transporte, como las autopistas y los ferrocarriles.
“El de Lanzarote es el tercer aeropuerto de Canarias en movimiento de pasajeros, pero será el que menos inversiones reciba hasta 2020”
El ranking lo encabezan las dos grandes ciudades españolas, Madrid y Barcelona, seguidas de las infraestructuras aeroportuarias que conectan los destinos más turísticos con los países emisores, como Baleares, la costa del sol, Gran Canaria, Tenerife y, por supuesto, Lanzarote. Una industria boyante como la turística ayuda mucho a viabilizar un aeropuerto, cierto es.
El de Lanzarote es el tercer aeropuerto de Canarias en movimiento de pasajeros. Pese a esta elocuente reseña, será el que menos inversiones reciba según la programación prevista hasta el año 2020. La inversión prevista en Lanzarote es de 30 euros por pasajero, frente a los 145 de La Palma. Cinco veces más. Las comparaciones son odiosas, pero, chico, resulta que el aeropuerto palmero es una de las instalaciones menos rentables de la red y la que tiene una deuda más grande. Ser el noveno farda, pero las inversiones visten mucho más.
Tanausú Lemes
