Electores noveles y nacionalizados, en el foco de los partidos

El censo electoral de Lanzarote ascendía a 94.549 personas a 1 de septiembre de 2018. Como quiera que la población ha vuelvo a crecer en la isla al quedar atrás los años duros de la crisis económica, se estima que en mayo del año que viene el censo electoral aumentará en unos cinco mil votantes en relación con la última cita con las urnas en unas locales, celebradas en mayo de 2015.

 

Dentro de los nuevos electores, la mayor parte son jóvenes que han accedido a la mayoría de edad desde los últimos comicios de mayo de 2015 y podrán ejercer su derecho al voto. Por otro lado, el censo electoral de españoles lanzaroteños residentes en el extranjero, a 1 de septiembre, era de 2.990 personas. De ellas, 1.141 son residentes en Arrecife. Sobre estos expatriados también ponen el foco las fuerzas políticas, de forma especial a través de las redes sociales.

 

Los cinco mil nuevos electores lanzaroteños forman parte del más de un millón y medio de ciudadanos españoles que podrían estrenar su derecho al voto en unas elecciones generales, de celebrarse el año entrante. La inmensa mayoría son jóvenes que cumplen 18 años, pero cada año más de cien mil extranjeros no menores obtienen la nacionalidad española y se incorporan al censo.

 

 

Unos y otros, jóvenes con derecho a voto y extranjeros nacionalizados, captan cada vez más la atención de los partidos políticos a pesar de que, con el aumento de la esperanza de vida, crece cada año el número de votantes mayores de cincuenta. Estos son objeto preferente de la atención de los partidos políticos por dos razones. La primera es que, con la edad, las personas tienden a ser más conservadoras. Y la segunda es que los mayores de cincuenta suponen casi la mitad de los electores en el país.  

 

En la actualidad, hay en la isla unos 18.000 jóvenes con edades comprendidas entre los veinte y los treinta años, mientras que la población de sesenta o más asciende a más de 25.000 personas. Los jóvenes recién incorporados al censo electoral son el confesado objeto del deseo de los nuevos partidos, ya que aquellos se inclinan de manera preferente por formaciones nuevas, como Unidos Podemos o Ciudadanos. Con los mayores ocurre exactamente lo contrario, ya que optan por lo conocido, como el PSOE y el PP.

 

 

Como norma general, el rejuvenecimiento de los líderes de los principales partidos no debe tomarse como un indicador de que vayan a prestar mayor atención de los partidos hacia los jóvenes. Depende, aseguran los especialistas. Lo harán en mayor medida las nuevas formaciones, como Unidos Podemos y Cs, sabedoras de que son un buen caladero de votos porque los jóvenes han sufrido especialmente los efectos de la crisis con mucho paro, precariedad, bajos salarios e imposibilidad material de emanciparse para construir sus propias vidas.

 

Sin embargo, todos los politólogos coinciden en que no se pueden hacer afirmaciones categóricas con los grupos de edad o los recién nacionalizados. Parece claro, de momento, la reafirmación tanto del equilibrio entre el eje derecha-izquierda cuanto el bloque de la edad, pero la volatilidad de los escenarios hace que la situación sea muy cambiante de cara a realizar pronósticos. A siete meses vista, todo está abierto de cara a las elecciones previstas para la primavera del año entrante.