Rafaelín Cabrera, luchador, recibió ayer, 27 de junio, un gran homenaje en el pueblo de su infancia, Mácher, a las 20:30 horas de la tarde.
Un merecido homenaje como consecuencia de su trayectoria en la lucha canaria. Presentado por Juan Parrilla y Juan Cruz, vecinos del pueblo y en el que no faltó la familia Cabrera, brindando todo su apoyo en un día tan emotivo para Rafaelín. Un homenaje colmado de respeto, hacia el deporte y hacia las personas, con un gran exponente de los años 60 del siglo pasado en la isla.
Rafaelín llegó a la lucha y se instaló en las filas del recién creado Unión Sur Tías. Siempre presente en las luchadas de casa, pero también en San Bartolomé, Tinajo, Haría, Tao, o Arrecife. Toda la isla fue testigo de su talento. Su forma de luchar, su planta en el terrero o su deportividad y el respeto con el que trató siempre a las personas, calaron en los seguidores de su equipo y también en los contrarios.
Su padre, Pancho Cabrera, fue un afamado luchador
Rafaelín tuvo una carrera deportiva corta pero plagada de éxitos por su estilo elegante en la práctica de este vernáculo deporte, tanto si tumbaba a su rival como si caía derrotado. Comenzó su andadura deportiva de luchador en el Guatiza con Agapito Curbelo y luego pasó a ser un valor fundamental del Club de lucha Unión Sur Tías.
Su padre, Pancho Cabrera, fue un afamado luchador de comienzos del siglo XX y de él aprendió muchas mañas; con su cuñado Manolo Cabrera, Pollo de Tías, no coincidió muchas veces en el terrero. Rafaelín formó parte inicial desde el año 1966, año en que se crea el “Unión Sur de Tías”, participando en todos los torneos que organizaba la Delegación Insular de Lucha presidido por Agustín Acosta Cruz y narrador de muchos encuentros en el semanario “Antena”, donde le cita en numerosas ocasiones.
Rafael Cabrera, participa en todos los encuentros de luchas tanto de los torneos del momento Torneo '"Doctor Molina Orosa”, “Torneo Pollo de Uga” y otros y también formó parte de todos los “combinados amistosos” que se organizaban tanto en el norte como en el sur de la isla. Le tocó bregar con los primeros fichajes de luchadores que llegaban de otras islas como refuerzos: Menkara, Pollo de la Trinidad, Verdellada y también formó parte de la selección de Lanzarote junto a otros compañeros del Tías tales como Domingo Calero (Pollo de la Asomada) Andrés Curbelo, Chano Viñas, Francisco Bermúdez, etc.