Hoy tenía lugar en el pueblo de Órzola un homenaje a los ocho inmigrantes fallecidos en la última patera que llegaba a las costas del pueblo. Flores al mar, minuto de silencio y lectura de un manifiesto en honor a estas personas.
Esta mañana tenía lugar un homenaje a los ocho inmigrantes que fallecían en el mar en una de las últimas pateras que llegaba a las costas de Lanzarote.
Como recordamos, el pasado 24 de noviembre, una embarcación tipo patera se había hundido a pocos metros de la costa del pueblo de Órzola. De inmediato, empezaron a escucharse fuertes gritos de los migrantes, que no hacían más que pedir auxilio en medio del mar, al chocar la patera contra la escollera. Ante la tragedia, una oleada de gente se trasladó hasta el lugar, donde, impactados por lo sucedido, lo único que pedían, también desesperados, era ayudar.
Los vecinos del norte, unidos ante la tragedia, junto a los cuerpos de seguridad y emergencia, pusieron a disposición de los migrantes alimentos, mantas, comida y bebida. Muchos de ellos incluso decidieron tirarse al mar en auxilio de estas personas, desesperados por pisar tierra.
Hoy, en homenaje a esas ocho víctimas y al resto de migrantes que pierden la vida en el mar, vecinos del norte, colectivos de inmigrantesy demás asociaciones se han reunido en el lugar de la catástrofe para recordarlos, y sobre todo, para hacer un llamamiento a la 'tolerancia' y la 'empatía'. Flores al mar, lectura de un manifiesto y un minuto de silencio en recuerdo de todas esas personas que fallecieron en busca de un lugar mejor.
MANIFIESTO DE LECTURA
Tenían hermanos, padres y madres, tenían inquietudes, sueños, preocupaciones, tenían aspiraciones, recuerdos, amigos y amigas, tenían hambre y sed, tenían dolor y tristeza; días mejores y peores; calor y frio. Tenían rostro, brazos y piernas, pies y manos: pies para caminar y correr, manos para tocar, construir y abrazar.
Como tú y como yo; como tú y como yo.
No los mató el mar, el mar no se los tragó, los mató Europa. Esa vieja Europa que expolió y saqueó salvajemente a quienes ahora les niega la entrada. Esta Europa que sigue provocando una migración forzosa, para luego rechazarla y criminalizarla como inmigración ilegal.
Europa Mata en las costas de Canarias, en Ceuta, Andalucía, en Lesbos…
Europa Mata “a sangre fría” (como dicen en mi tierra) si no mueres en el intento, te mata de abandono y miseria cuando llegas.
Nuestro mar, nuestro bello mar que baña las costas de Lanzarote, sufre como víctima inocente los muros y barreras que unos seres humanos han impuestos a otros seres humanos; el que el mundo rico ha construido contra el mundo pobre, para que el mundo de los ricos siga siendo rico y el de los pobres siga siendo pobre.
A los mensajeros del odio y de la muerte, no les basta con incitar a nuestros más miserables y bajos instintos, quieren mancillar nuestro mar con buques de guerra- acero, hierro y plomo- contra los que arriesgan su vida en la travesía de la esperanza; convertir nuestro océano en un inmenso campo de exterminio.
¡Basta ya! De tanta muerte. Los migrantes son nuestros hermanos y hermanas de esta patria que se llama humanidad.
Que muera el odio y la intolerancia, que muera el miedo , el individualismo egocéntrico, el egoismo…, que florezca el valor y la empatía ¡cómo nos enseñaron los vecinos de Órzola!, ellos, no dudaron en lanzarse al mar para salvar la vida de los náufragos a costa de la suya propia (desde aquí nuestra admiración y reconocimiento).
Entreguemos las flores al mar, que surquen los mares y que nadie impida su travesia.