Plan General Supletorio de Arrecife

Islote del Francés, el cuento de nunca acabar

Según el Plan General en vigor, el Islote se obtendría adscribiendo la propiedad a otros sectores: 34.000 m² a compensar en el sector 2 La Bufona, y 44.540 m² a compensar en el sector 7 Industrial Naos.

Islote del Francés, el cuento de nunca acabar

El destino final del Islote del Francés siempre ha sido convertirse en un gran espacio público de Arrecife. Al menos desde hace medio siglo, ya que, en 1968, el primer Plan General de la ciudad lo recoge con la categoría de Reserva Urbana. La pesca desapareció y cerraron las factorías de transformación de pescado, como la que se encontraba en el Islote del Francés, pero el futuro del Islote sigue siendo incierto. Su propietario más visible, el empresario grancanario Jaime Cortezo, lo ha intentado casi todo para convencer a la ciudad de que lo mejor es urbanizar el espacio, pero siempre que pretende dar un paso al frente parece que en realidad recula dos.

¿Por qué Jaime Cortezo parece tener tanto predicamento en la Administración Autonómica? Quizá ayude a entenderlo el hecho de que 7.7 Radio, su cadena radiofónica, fue la emisora más beneficiada con las pre adjudicaciones de frecuencias de radio en Canarias, hace de esto unos años, ya que se  le concedieron 32 de las 35 licencias que solicitó. Sí, influencia tiene donde hay que tenerla; bien relacionado está donde debe estarlo. Su problema es que hablar de urbanizar el Islote del Francés significa desatar la caja de los truenos, ya que este espacio está muy arraigado en el imaginario colectivo, que lo siente como propio.
 
En el Plan de 2004 en vigor, el Islote del Francés sigue apareciendo como Parque Urbano
 
El Plan General de 1991 clasificó el Islote del Francés como Sistema General de Espacios Libres-SG10 (Parque Urbano), y proponía que los propietarios vieran compensados sus derechos edificatorios en dos sectores: SUP-2 y 7. Es decir, se transferían los derechos edificatorios de los propietarios a otras zonas, con lo que el Ayuntamiento obtenía el Islote sin tener que expropiarlo. Los propietarios pleitearon y consiguieron que fuese declarado Suelo Urbano de manera incomprensible, a la vista de la actitud pasiva que adoptó la defensa jurídica del Ayuntamiento. Por lo tanto, tras la sentencia se mantiene la calificación de Sistema General de Espacios Libres - Parque Urbano, pero sobre un suelo urbano.
 
En la Adaptación Básica del Plan General de 2004, que está en vigor, el Islote del Francés sigue apareciendo como Sistema General de Espacios Libres - SG 10 (Parque Urbano), pero ni se ha compensado a sus propietarios con derechos edificatorios en otras zonas de la ciudad, ni se ha intentado la expropiación con un precio justo. Un atasco.
 
Con el Plan Supletorio hay un empeño en otorgarle aprovechamiento urbanístico
 
Sin embargo, desde que comenzó a redactarse el Plan General Supletorio, el Gobierno de Canarias y Gesplan se han empeñado en otorgar aprovechamiento urbanístico al Islote, lo último un farallón de siete plantas. El [falso] argumento esgrimido es que “el Ayuntamiento no tiene dinero para expropiar el Islote del Francés”, obviando que hay otros mecanismos habituales en el urbanismo para conseguir suelos para fines públicos, como la compensación, prevista en el Plan desde 1991.
 
Según el Plan General en vigor, el Islote del Francés para fines públicos se obtendría mediante la adscripción de la propiedad a otros sectores, concretamente 34.000 metros cuadrados a compensar en sector 2 La Bufona, y 44.540 metros cuadrados a compensar en el sector 7 Industrial Naos (Naos Este). Ahora bien, dado que El Islote es suelo urbano, debe ser adscrito a sectores cuyo suelo sea urbano; de ahí que ambos sectores, La Bufona y Naos Este deban tener la consideración de urbanos en el Plan General Supletorio en tramitación, es decir, con ordenación pormenorizada incorporada, que es lo que exigía la sentencia que ganó la propiedad del Islote del Francés.
 
Cortezo jamás ha aceptado esta solución. Y menos desde la construcción del puerto deportivo marina Lanzarote, que ha convertido el Islote del Francés en una golosina.

Un islote ligado a la pesca

Muy pocos recuerdan que el Francés fue un día un islote en sentido estricto, es decir, aislado y rodeado de agua por todas partes. Fue de hecho la actividad pesquera de Arrecife la que determinó su destino. La ciudad necesitaba de un varadero para el amarre de las embarcaciones pesqueras, y fue a finales del siglo XIX cuando se abrió un pequeño camino desde la costa hasta la que era la parte del islote más cercana, la antigua fábrica de Las Nieves. Era ésta además la primera industria pesquera instalada en el Francés en una larga historia de fábricas que desde entonces siempre han estado ligadas al islote.

Desde aquel primer camino que unió las dos islas, siempre prevalecieron los intereses privados. Al parecer, la industria siguió rellenando la franja que separaba Arrecife del islote para obtener más terrenos. Así se procedió, ya en el siglo XX, cuando la empresa Rocar precisó de una fábrica de hielo para conservar el pescado: amplió el camino existente hacia el sur ganándole superficie al mar. 

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