Juguetes sin viento

La restauración de los Juguetes del Viento que se echan de menos en el horizonte insular obedece a un acuerdo suscrito entre el Cabildo de Lanzarote, los Centros de Arte, Cultura y Turismo y la Fundación César Manrique, y estaba previsto que, una vez restauradas, fueran instaladas en sus emplazamientos originales antes del 30 de abril de 2017. El viento se los llevó al taller de reparaciones, pero todavía no los ha devuelto a sus pedestales, en las glorietas de determinados cruces de las carreteras insulares. 
 
Pasan los meses y los años, casi dos, y se retrasa la puesta a punto de estas esculturas móviles, que algunos añoramos en el paisaje insular. Según la bendita hemeroteca, hace un año y nueve meses que el Juguete del Viento del Aeropuerto debió regresar a su emplazamiento, situado en la rotonda de acceso a la Terminal 2 dentro del recinto aeroportuario que ya lleva oficialmente el nombre del artista. Las obras de restauración se acometen en el Parque Móvil del Cabildo, en el área de Vías y Obras.
 
Lo mismo debió suceder con otro Juguete del Viento, de nombre ‘Fobos’, ubicado en la rotonda de acceso a la sede de la Fundación en Taro de Tahíche. Parece que el retraso tiene una explicación: la convalecencia de las esculturas está siendo más larga de lo esperado, pero a este paso se les va a ir el año del nacimiento de César, que es lo apropiado para acabar de reparar las piezas y recolocarlas en su sitio. Quizá si soplara un poquito el viento…  Pero del otro.

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