CRISIS VOLCÁNICA EN LA PALMA

Lanzarote mira con preocupación las erupciones de La Palma y recuerda su pasado reciente

La crisis volcánica que está sufriendo la isla de La Palma, con la erupción en Cumbre Vieja, es vista con "serena preocupación" en Lanzarote, isla que se ha puesto a entera disposición de la población y las autoridades palmeras. Las últimas erupciones en la isla acontecieron hace casi dos siglos.

Lanzarote no sufre un episodio volcánico desde 1824. En concreto, desde el 16 de octubre de aquel lejano año. Hace casi dos siglos. Fue el volcán de Tinguatón. En los diarios remitidos a ‘La Gaceta’ por el Regente de la Audiencia de Canarias referidos al inicio de la erupción, se dice: “...después del anochecer como a las 6 1⁄4 hizo un gran estrépito, y se presentó al mismo tiempo una nueba erupcion con una grande columna de fuego tan recta y elevada que tenia iluminada toda la ysla, superando las grandes montañas que podian hacerle sombra; y con unos bramidos tan terribles que á pesar de estar acostumbrados á oir los dos volcanes anteriores, atemorizaba a todos los naturales” (ROMERO, C.: “Crónicas Documentales sobre las erupciones de Lanzarote”. Fundación César Manrique. Madrid, 1997).

El aviso de la erupción llegó meses antes. En la madrugada de un 29 de julio de 1824, se produjo un nuevo terremoto en la isla. Duró poco y no generó demasiada alarma entre la población, puesto que llevaba más de diez años viviendo así, de seísmo en seísmo. Sin embargo, este temblor anuncia la última erupción acaecida en Lanzarote y que comenzaría dos días más tarde dentro de los límites del cortijo del clérigo Duarte en Tao. Entre julio y octubre tuvo lugar una triple erupción que no reviste gran importancia, alzándose los pequeños edificios volcánicos de Tao (o Montaña del Clérigo Duarte), el Chinero (o Volcán Nuevo del Fuego) y Tinguatón.

Ningún experto se atreve a vaticinar que nada de eso volverá a ocurrir en la isla. Las erupciones de El Hierro hace una década, en el mar, y la que estamos viviendo ahora en La Palma, a la que asistimos como testigos de primera fila, han despertado no solo el interés y la inquietud de la población conejera, sino que ha desempolvado la máquina de las alertas, "que nunca se ha guardado". Entre los expertos hay "serena preocupación".

¿Cómo fue la última erupción en Lanzarote?

El rasgo más significativo de la erupción de Tinguatón fue la emisión de aguas salobres y calientes durante las fases finales. La emisión de agua dejó como testigo las chimeneas volcánicas, alineadas a lo largo de la fisura eruptiva, totalmente limpias y constituyendo simas de disposición vertical de entre 6 y 95 metros de profundidad. Las simas son muy espectaculares y el cráter y su entorno son de gran belleza. El volcán de Tinguatón forma parte del Parque Natural de los Volcanes.

Después de aquellos sucesos, los volcanes de Lanzarote han entrado en un período de calma, dejando su huella e impidiendo la habitabilidad de toda esta zona. Las erupciones del siglo XIX y las anteriores, las acontecidas entre 1730 y 1736, conformaron el singular paisaje de la isla y dieron pie a la declaración de uno de los cuatro parques nacionales existentes en Canarias.

El temor por la ira de los volcanes regresa tras lo contemplado en La Palma. Sin embargo nada parece indicar que, a corto plazo, pudiera darse un episodio similar en la isla con lo que los expertos lanzan mensajes tranquilizadores. Tampoco hay especiales motivos de preocupación en el pequeño poblado de Tiguatón o Tinguatón, que ya existía antes de 1824. Fue a partir de la erupción cuando empezó a tomar nombre dentro de la toponimia de la isla, pues fue epicentro del nuevo volcán.