La lanzaroteña Luna Zacharias, finalista de MasterChef 8
Luna rozó la expulsión tras una prueba de eliminación con muchos altibajos fruto de la presión, pero al final su plato fue mejor que el del balear José Mari y le valió para llegar a la final del talent show.
Luna Zacharias, que iniciaba el programa con un delantal negro -sinónimo de disputar la prueba de eliminación para dejar el concurso- estará en la final de MasterChef 8 junto a otros cuatro aspirantes: Ana, Andy, Iván y Alberto. En la semifinal cayó el músico y empresario balear José Mari, un aspirante muy controvertido por su estrategia, que no pudo replicar como merecía el Lingote lunar de chocolate y guindas, con helado nitro de chocolate "à la minute" de Pol Contreras, responsable del taller de creatividad del Hotel Echaurren Relais & Château, en Ezcaray (La Rioja).
La lanzaroteña realizó una semifinal a lomos de una montaña rusa emocional que la tuvo más fuera que dentro del concurso. En la primera de las tres pruebas, donde tenían que replicar una elaboración de Jordi Cruz, uno de lo miembros del jurado, Luna sólo pudo elaborar dos de los tres platos que debía presentar. Un error de planteamiento a la hora de afrontar la receta acabó lastrándola.
Tampoco se deshizo del delantal negro en la prueba de exteriores, de máxima exigencia. En esta ocasión los platos a presentar ante una pléyade de cocineros solidarios durante la pandemia, llevaban la firma de uno de los grandes: Eneko Acha. La conejera fue criticada por el jurado por estar "dos horas para hacer 34 patatas suflé".
Así que llegó a la prueba definitiva en compañía de José Mari, Iván y Alberto. Los dos últimos pasaron con nota el no menos exigente postre de Contreras. Más problemas tuvieron el balear y la canaria. A ambos los nervios les jugaron una mala pasada. Pero, finalmente, Luna pudo completar el postre ante el asombro del propio jurado, mientras que José Mari se quedaba a las puertas de la final.