CRISIS SANITARIA

Normalidad en el aeropuerto de Lanzarote tras decretarse el Estado de Alarma

Esta mañana no se estaban respetando las directrices emitidas por las autoridades sanitarias españolas, como mantener una distancia de seguridad.

Normalidad. Este concepto define la situación en la que encuentra este lunes, 16 de marzo, el aeropuerto César Manrique – Lanzarote, tras decretarse el Estado de Alarma en todo el país por parte del Gobierno de España. En torno a las 10:00 horas de este lunes, se respiraba un ambiente de naturalidad en el espacio de salidas de la terminal de vuelos nacionales e internacionales (T1), aunque en las pantallas aparecía algún vuelo cancelado. Los turistas regresan a sus lugares de origen. En las pantallas de la terminal interinsular (T2), en cambio, aparecían varios vuelos cancelados con destino a Gran Canaria y Tenerife, en aplicación de las restricciones de los enlaces interinsulares, que han quedado reducidos a la mitad tras la declaración del Estado de Alarma.
 
Ahora, bien, a simple vista, biosferadigital pudo comprobar que no se estaban respetando las directrices emitidas por las autoridades sanitarias españolas, como mantener una distancia de seguridad de uno a dos metros entre personas. Así, los pasajeros hacían colas en los mostradores de facturación unos junto a otros, con los riesgos que ello conlleva. Todo lo contrario de lo que sucede en los supermercados de la isla en la mañana de hoy, en los que se aplican las recomendaciones de manera estricta.
Medidas para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros
 
El Real Decreto aprobado por el Gobierno español para decretar el Estado de Alarma incluye en su articulado las restricciones que se aplicarán al transporte aéreo mientras dure esta situación excepcional. Sin embargo, la reducción de oferta real no será de ese 50 por ciento, sino mucho mayor dado que “En aquellos servicios en los que el billete otorga una plaza sentada o camarote, los operadores de transporte tomarán las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros”.
 
Es decir que, teniendo en cuenta las dimensiones y distancias entre asientos en un avión, para cumplir esto podría ser necesario que se ocupe uno o como mucho dos asientos por grupo de dos o tres en cada fila, e incluso tener que dejar vacía una fila entre cada una ocupada si se quiere dejar el metro mínimo de separación que recomiendan las autoridades sanitarias. El Real Decreto también obliga a los operadores de servicio de transporte de viajeros a realizar una limpieza diaria de los vehículos de transporte, de acuerdo con las recomendaciones que establezca el Ministerio de Sanidad.