Una vieja demanda que espera solución

Paseo Monseñor Romero, la jungla se abre paso

Adoquines levantados, raíces que han agrietado el pavimento, rampas con zonas ocultas, un verdadero desastre de iluminación… Lo mejor, el arte callejero.

El nombre de Óscar Arnulfo Romero y Galdames quizá nada nos diga a la inmensa mayoría. Es el nombre de un obispo salvadoreño asesinado en 1980 y que da nombre al paseo peatonal que discurre paralelo a la fachada del naciente de la Ciudad Deportiva Lanzarote, en Arrecife. Paseo peatonal es su anhelo teórico, ya que en realidad se trata de un erial en el que la jungla parece abrirse paso.

Adoquines levantados, raíces que han agrietado el pavimento, rampas con zonas ocultas situadas en la cercanía de la Rambla Medular, la iluminación que es un verdadero desastre y la accesibilidad para las personas con movilidad reducida que brilla por su ausencia. Lo mejor del cuadro son las paredes del recinto deportivo, recurrentemente utilizadas por los grafiteros como un gran lienzo para explayarse a su gusto con su arte callejero.
 
El paseo peatonal Monseñor Óscar Romero está para que se les caiga la cara de vergüenza a los 25 concejales que integran el pleno del Ayuntamiento de Arrecife, los que gobiernan y los que están en la oposición. La asociación de vecinos de Titerroy lleva años clamando al cielo, sin que nadie se digne a escuchar, para que se arregle este paseo. Esta vía conduce a la Escuela de Idiomas y al Centro del Profesorado desde la Rambla Medular, por lo que es muy transitada, excepto para la clase política.
 
En 2009 el Pleno municipal aprobó por unanimidad una iniciativa para mejorar esta vía
 
Los vecinos de Titerroy vienen exigiendo dotaciones económicas para adecentar el paseo. Aunque en julio de 2009 el Pleno capitalino aprobó por unanimidad una iniciativa ciudadana en la que se solicitaba la realización de mejoras en esta vía, casi nueve años después todo sigue igual. Todo preocupa en este espacio, pero en particular los usuarios insisten en corregir las rampas ocultas por los cambios de dirección, originadas para salvar la diferencia de nivel existente en el terreno en la intersección con la Rambla. Este enfoque crea zonas oscuras y no visibles que generan a los viandantes una situación de intranquilidad, dada la posibilidad de que haya en ellas personas ocultas que puedan intimidarles, molestarles, robarles o agredirles.
 
Esta no es manera de tributar homenaje a Moseñor Romero, quien el 23 de marzo de 1980, pronunció una valiente homilía dirigida al ejército y la policía. Al día siguiente, por la tarde, durante la celebración de una misa en la capilla del Hospital de la Divina Providencia, fue asesinado en el mismo altar por un francotirador. El crimen se atribuyó a grupos de ultraderecha. Sin embargo, no se produjo, ninguna detención y todavía hoy permanecen sin castigo los culpables. En 2015, Óscar Romero fue beatificado en una ceremonia que congregó a más de 250.000 fieles en la Plaza Salvador del Mundo de la capital salvadoreña.