La Plataforma Feminista 8M no faltó a su cita con las reivindicaciones en la calle

Dijeron sentirse atónitas y tristes "ante la criminalización de las movilizaciones feministas” por las numerosas críticas que estaban recibiendo previamente, sin haberse celebrado aún concentración alguna. “Es un síntoma más que evidente que la sociedad sigue siendo machista, pues es la única movilización, de las muchas que han tenido lugar, en recibir tantas acusaciones y levantar tanto revuelo”, dijeron en los días previos.

E insistieron en que la suya iba a ser una concentración “responsable y legal”, y autorizada "por las autoridades sanitarias" de forma coordinada con grupos feministas de todas las islas bajo el lema “Los feminismos canarios no tienen fronteras”. Se dijo, además, que el uso de mascarillas sería obligatorio y que la concentración iba a ser silenciosa y mantener siempre la distancia de seguridad para minimizar el riesgo de contagio por aerosoles.

Y se cumplió todo, excepto lo de silenciosa porque hubo proclamas. Estas, sin embargo, no tenían pinta de herir a nadie. No al menos desde un punto de vista de las ruindades del SARS Cov2. Pudieron herir, en todo caso, sensibilidades en mentes obtusas que haberlas, las sigue habiendo. De ahí que se precise salir a la calle.

Con el lema elegido, los movimientos feministas canarios han querido señalar todas “las fronteras físicas y sociales,  que sufren las mujeres migrantes, las mujeres racializadas, las mujeres trans, las mujeres lesbianas, las mujeres prostituidas, las mujeres con discapacidades, y todas las mujeres excluidas y explotadas” y como afectan al papel que la sociedad patriarcal ha determinado para las mujeres. 

Desde el movimiento aseguran que “son tiempos durísimos para el conjunto de la humanidad y más aún para las personas más vulnerables. La pandemia agudiza la ya existente desigualdad de género y de clase. Ahora más que nunca hace falta interpelar al Estado y a las instituciones para forzar un cambio social con la igualdad como objetivo”.