La población se recupera

La población se recupera

La población de Lanzarote se recupera. No es que encuentre alivio en la mejora de las pensiones, la creación de puestos de trabajo bien remunerados o los avances  en el clima de convivencia política. Ojalá, pero no. La isla recupera efectivos después de unos años de estancamiento en el crecimiento de la población, lo cual invita al optimismo al tratarse de un síntoma de florecimiento de la economía.
 
Entre 2000 y 2008, la población insular aumentó en unas 40.000 personas, y desde entonces hasta hoy creció en sólo 4.000, justo desde que se desató la crisis económica. Al menos en el Archipiélago, los períodos de bonanza suele traducirse en incrementos poblacionales. No tanto porque las familias traigan más hijos al mundo, que también, cuanto al efecto llamada de fuerza de trabajo que genera toda región próspera, puesto que la gente se desplaza y acude allá donde hay empleo.  
 
“La inseguridad y las guerras, los males ajenos, siempre le han venido muy bien a las Islas, y en esas estaremos durante algunos años”
 
En 2013 y 2014 cayó la población en la isla, aunque ligeramente. Sin embargo, en 2015 se produjo una débil recuperación que parece consolidarse en 2016, al aumentar el número de efectivos en un 1,3%. Lidera el salto el municipio de Arrecife, con un 2,8%. Como ya es tradicional, las razones del optimismo no obedecen a los méritos propios al transitar la senda del crecimiento económico -el desarrollo está por ver-, sino, más bien, a la mala suerte que aqueja a algunos destinos turísticos competidores situados en las inestable cuenca del Mediterráneo.
 
La inseguridad y las guerras, los males ajenos, siempre le han venido muy bien a las Islas, y en esas estaremos durante algunos años, según diferentes previsiones. Habrá más turismo en Canarias mientras la paz no llegue a esas zonas inestables, y, de su mano, asistiremos a nuevas inversiones y renovadas esperanzas de futuro. La calidad del empleo está en veremos.
 
JM Quintero

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