Para los populares, San Ginés es el principal problema de la isla
El PP ante su confesado deseo de derribar a Pedro San Ginés
08 de septiembre de 2017 (07:34 h.)
San Ginés ha concitado una insólita unanimidad en torno a su presidencia: todos ansían derrocarlo. El PP acude raudo a la cita con los deseos.
Saray presidenta del Cabildo o Astrid alcaldesa de Arrecife. Esta es la mejor jugada que le puede salir al Partido Popular (PP), que puede verse en la tesitura de tener que elegir porque ambas situaciones no se pueden dar a la vez, al menos en estos momentos. La primera opción pasa por el Partido Socialista (PSOE) y algunos otros, y la segunda, por Coalición Canaria (CC), algún otro y un tránsfuga. Este es uno de los dilemas que envuelve al PP tras la inesperada salida del PSOE del grupo de gobierno en el Cabildo, dejando en minoría al presidente, Pedro San Ginés.
Pero lo que más preocupa en el PP es verse obligado a respaldar desde dentro o desde fuera a San Ginés, hasta que Asier Antona los ha sacado de dudas. No hay directrices de Génova y el partido tiene autonomía para hacer lo que considere oportuno. Siendo CC el principal adversario político de los populares en el Cabildo, siendo Pedro San Ginés el principal problema de la isla y siendo el electorado nacionalista conservador un terreno abonado para crecer en votos, el PP ya no se corta a la hora de expresar el deseo de deponer a Pedro San Ginés Gutiérrez. Pero son conscientes de que es un anhelo muy difícil de llevar a la práctica.
La posibilidad de que Saray se convierta en presidenta o que Astrid se erija en alcaldesa es el mejor escenario para el PP
La posibilidad de que Saray Rodríguez se convierta en presidenta del Cabildo o que Astrid Pérez se erija en alcaldesa de Arrecife es el mejor escenario posible para el PP en estos instantes, aunque ninguna de esas opciones es del todo segura. Dependerá de lo que decida hacer, finalmente, para contribuir a resolver la crisis de gobernabilidad que afecta a la primera Corporación Insular y que, por ahora, no se ha extendido a otras instituciones, aunque no es por falta de ganas. De hecho, la primera jugada de CC tras la marcha del PSOE ha sido sondear la posibilidad de extender la inestabilidad para tratar de frenar la intención de descabalgar a San Ginés de la Presidencia el Cabildo.
El tablero que tiene ante sí el PP posee cierta complejidad. Lo más importante de todo es que en sólo seis meses el PP se ganó la confianza de tres mil electores, entre junio y diciembre de 2016, en las dos citas de las generales. Son muchos votos, muchísimos, lo cual ha propiciado un clima de optimismo de cara a las elecciones locales de 2019, aunque en el partido se es consciente de que no se vota igual en ambas citas. Mientras los populares exhiben músculo en las generales, se desinflan en las locales y la razón es que comparten electorado con Coalición.
Los más prácticos lo tienen claro: agarrar todas las cuotas de poder que se pueda y tirar pa’lante
En las elecciones generales de diciembre del año pasado, el PP obtuvo en Lanzarote 13.000 votos al Senado y 14.000 al Congreso de los Diputados. Fue la formación más votada. Pero lo que más se valora es que obtuvo tres mil votos más que en las anteriores, celebradas seis meses antes. En cambio, en los comicios locales de hace dos años, los populares obtuvieron 5.500 votos al Cabildo, y tres actas de consejero. Tan sólo consiguió ser la cuarta fuerza política, tras CC, PSOE y Podemos, por este orden. En el Ayuntamiento de Arrecife logró ser la tercera fuerza, con 2.600 votos, frente a los 3.400 del PSOE y los 3.000 de CC.
Los conservadores tiran de calculadora. ¿Qué es lo que más nos conviene para conseguir más votos y, a la vez, aparecer ante el electorado como una formación responsable y que mira por la gobernabilidad de las instituciones y por el bienestar de los ciudadanos? Los más prácticos, que suelen ser los más veteranos, lo tienen claro: agarrar todas las cuotas de poder que se pueda y tirar pa’lante. Argumentan que la Presidencia del Cabildo proporciona mucha visibilidad, con la ventaja añadida de que en la actualidad cuenta con una fuerte dotación presupuestaria para realizar importantes inversiones públicas. El plato está servido. Además, apuntan que basta con no meterse en líos para obtener mucho rédito político y electoral.
Arrecife es una gran plaza, pero es un Ayuntamiento ingobernable en una ciudad llena de problemas
Pero el argumentario les da para más. Arrecife es una gran plaza, pero es un Ayuntamiento ingobernable en una ciudad llena de problemas por lo que la acción política es muy desagradecida. Traen a colación al recordado Cándido Reguera, quien accedió a la Alcaldía en 2009 y dejó señalado el camino que debe seguir el partido en Arrecife en el ámbito político, con un gran despliegue propagandístico. Pero también sabe la senda que no debe recorrer para hacerse con la Alcaldía, puesto que Cándido fue elegido al prosperar una moción de censura que fue apoyada por dos concejales del PIL que fueron detenidos en la Operación Unión y que se encontraban en libertad provisional.
Frente a los que todavía dudan, los afiliados más experimentados ofrecen otras explicaciones. Incorporarse al grupo de gobierno en el Cabildo es una temeridad, ya que Pedro San Ginés es una fuente de problemas. Recuerdan que hace unas semanas el PP cifró en unos 56 millones de euros el coste de “la pésima gestión” del presidente San Ginés. Tiran de hemeroteca para recordar las formas del presidente para dirigirse al resto de consejeros y, especialmente, a las consejeras, con “evidentes tintes misóginos”, algo que sufrieron en carne propia Astrid Pérez o Concepción Pérez en el pasado mandato. Pedro “es un virtuoso a la hora de humillar y vejar a los demás”, aseguran, aunque sean de su propio partido o del mismo grupo de gobierno.
La alternativa de quedarse en la oposición y apoyar y/o desgastar a los nacionalistas también cuenta con adeptos
Ángel Vázquez coincide con esta forma de encarar la realidad. De hecho, fue él quien hace poco acusó al presidente de darle indicaciones sobre “qué se podía comprar y qué no” en los Centros Turísticos cuando el PP ostentaba dicha Consejería. A todo ello añaden la “situación procesal” de San Ginés por la incautación de los activos hidráulicos de la empresa Club Lanzarote, su plan para impedir que las empresas privadas desalen o depuren agua, su “cabezonería ante el conflicto de los Centros Turísticos”…
Sin embargo, el grado de pragmatismo en el PP es tal que les vale con quitarse de encima a San Ginés y a los suyos. Casi les da igual pillar sillón o no. Por el contrario, Coalición trata de atraer a la dirección regional del PP, pero tropieza con el obstáculo de que ésta todavía tiene fresquito el desaire de los nacionalistas al negarle la entrada en el Ejecutivo canario. El PSOE también está frito por apartar a San Ginés del poder en el Cabildo, pero tropieza con el inconveniente táctico de la convocatoria de su congreso insular y de unas primarias a la Secretaría General que comienzan en menos de dos semanas.
Estos son los deseos, pero la alternativa de quedarse en la oposición y apoyar y/o desgastar a los nacionalistas conservadores canarios, según convenga, también cuenta con adeptos.