DESARROLLO SOSTENIBLE
La Reserva de la Biosfera de Lanzarote cumple 27 años de existencia

Todo lo relacionado con el desarrollo sostenible en la isla ha pasado por épocas de luces y sombras a lo largo de todos estos años.
Hace hoy 27 años que el Consejo Internacional del Programa MaB (Man and Biosphere) de la UNESCO acordó declarar las islas de Lanzarote y La Graciosa como Reserva de Biosfera. Fue el 7 de octubre de 1993. El reconocimiento añadió un componente novedoso a estas figuras, ya que era la primera vez que se declaraba un territorio en su conjunto, incluyendo a todos sus núcleos poblacionales. La simbiosis alcanzada entre los seres humanos y la naturaleza fue, sin duda, el principal causante de este respaldo internacional.
Dos meses después del fallecimiento de César Manrique, los gobiernos insular y regional acuerdan iniciar los trámites para la declaración, en noviembre de 1992. De esta forma, los acuerdos institucionales daban respuesta a diversas demandas en tal sentido, entre la que se encontraba la petición expresa del artista. Manrique era vocal del Comité Español del Programa MaB. Las reservas de la Biosfera se crearon para distinguir y mantener a aquellos territorios donde existen ecosistemas representativos, y en los que se dan las condiciones para un desarrollo económico sostenido y un uso del territorio compatible con la conservación de sus recursos naturales.
Garantizar la conservación del medio con el desarrollo económico y social
Entre los factores contribuyeron a la declaración de Lanzarote y La Graciosa se encuentran la presencia de espacios naturales de interés, incluyendo el Parque Nacional de Timanfaya, la existencia de un alto nivel de cultura medioambiental en la población, la presencia de un extenso catálogo de obra singular adaptada al medio y la conservación de un modelo de intervención agrícola que representa uno de los patrimonios más singulares y bellos que puedan encontrarse en las islas del planeta.
La declaración debía aumentar la calidad ambiental y la capacidad de gestión de los recursos naturales, fomentar las actuaciones para alcanzar un modelo de desarrollo sostenible, y potenciar la educación ambiental y la investigación. La misma debía servir de base para garantizar un cierto nivel de conservación del medio en armonía con las necesidades económicas y sociales de la población. Sin embargo, estos aspectos han vivido épocas de luces y sombras a lo largo de todos estos años.
En 2001 se creó el Gabinete Científico de la Reserva de la Biosfera
Con la finalidad de impulsar y desarrollar la declaración de Reserva de la Biosfera y coordinar las actuaciones de las distintas administraciones públicas y las que se entablen entre éstas y las entidades privadas, el Cabildo Insular creó el Consejo de la Reserva. Se trata de órgano desconcentrado y sin personalidad jurídica propia en el que están representados los distintos niveles de las administraciones públicas, organismos, entidades, organizaciones económicas y sociales, y asociaciones de todo tipo que operan en el territorio insular. El Consejo de la Reserva es el único foro de reflexión, debate y concertación público-privado que existe en Lanzarote.
En 2001 se modificó el Reglamento del Consejo. Ello dio lugar a la creación de un órgano consultivo, el Gabinete Científico de la Reserva de la Biosfera, cuyas funciones son el asesoramiento técnico y científico en general. En la actualidad integran este órgano Antonio González Viéitez, Emma Pérez-Chacón Espino, José Luis Rivero Ceballos, José Manuel Naredo Pérez, Lázaro Sánchez Pinto y José Antonio Martín Pallín.