FIESTAS PATRONALES | Nueva normalidad
San Bartolomé, otro santo patrón que se queda sin procesión este año
24 de agosto de 2020 (07:58 h.)
Las imágenes de San Ginés y San Bartolomé proceden de Cuba, y, aunque cada una cogió su propio camino, este se entrecruza todos los años en el mes de agosto.
La pandemia ha alterado todos los calendarios en Lanzarote, incluidas las celebraciones festivas. De todas las fiestas patronales que se celebran en la isla, quizá sean las de San Bartolomé las peor paradas en el calendario, ya que coinciden con las de San Ginés, en Arrecife, y su día grande cae en la jornada inmediatamente anterior al 25 de agosto. Siempre ha sido una manifestación que ha discurrido a la sombra de los festejos de la ciudad, pero, en esta ocasión, quien lo ensombrece todo es la covid-19, por lo que este año San Bartolomé se queda sin procesión.
La imagen de San Bartolomé llegó al pueblo, al que da nombre, procedente de La Habana
San Bartolomé y San Ginés tienen más en común de los que en un principio pudiera creerse. Clermont-Ferrand es el lugar de origen de San Ginés, una localidad situada en centro-sur de Francia. La actual imagen del santo se instaló en 1798 en la antigua ermita, hoy iglesia de San Ginés, tal y como había venido de La Habana, sin barniz ni vestidura. La imagen de San Bartolomé llegó a este pueblo, al que da nombre —aunque sin llegar a competir con la Aldea de Ajey—, ya en el siglo XIX, y es conocida como ‘el cubano’ porque procedía de la ciudad de La Habana, precisamente.
Llegadas ambas imágenes de la antigua colonia española en el Caribe, cada una cogió su propio camino, que se entrecruza todos los años a mediados de agosto. San Bartolomé porta en la mano derecha un cuchillo y en la izquierda un libro sagrado, y su rostro, ligeramente inclinado, mantiene una actitud suplicante. Pero, ni con el cuchillo pretende ajustar cuentas con el obispo francés, ni con el rostro suplicante implora protagonismo festivo alguno; tan solo parece que aspira a mantener a raya al demonio que se encuentra a sus pies y al que sujeta con una cadena.
San Bartolomé está encantado en su templo, declarado Bien de Interés Cultural
San Bartolomé está encantado en su templo. Fue declarado Bien de Interés Cultural con los bienes muebles a él vinculados, con categoría de Monumento, en 2003, después de varias desafortunadas intervenciones de restauración y rehabilitación de algunos recintos de su interior. La iglesia de San Bartolomé data de finales del siglo XVIII y se construye, sobre todo, debido al pequeño tamaño de la antigua ermita y bajo el impulso del Mayor Guerra, quien moviliza a la vecindad a través de una suscripción popular. La parte alta del campanario es de finales del XIX.
Los techos de la iglesia son de madera, empleándose para la nave la tipología de dos aguas y de cuatro aguas para el presbiterio y capillas laterales. Dispone de un artesonado muy sencillo de madera. San Bartolomé apóstol evangelizó la India, Mesopotamia y Armenia y su festividad se conmemora el 24 de agosto, cuando Arrecife bulle en la víspera de su día grande. Más bien bullía, porque este año las apreturas han pasado a mejor vida.