OCTAVA ISLA

Se amarra con un cabo a la Oficina Municipal de La Graciosa porque Teguise no le hace caso

FOTOS: José Luis Carrasco

Victoriano Hernández, hijo y vecino de La Graciosa, inicia una protesta ante la falta de respuesta del Ayuntamiento de Teguise tras haber solicitado licencia para terminar su casa hace ocho años.

Se amarra con un cabo a la Oficina Municipal de La Graciosa porque Teguise no le hace caso

Victoriano Hernández lo ha intentado todo para que el Ayuntamiento de Teguise dé una respuesta a su situación. Además de seguir la vía oficial, ha plasmado su caso en las redes sociales e incluso ha mandado whatsapps al teléfono del propio alcalde, Oswaldo Betancort. Desde hace ocho años espera que le concedan una licencia para terminar su primera vivienda en la isla de La Graciosa. Siempre ha obtenido el silencio a cambio.

La opción que le ha quedado es la de amarrarse con una soga a la Oficina Municipal de la Octava Isla. La representación de la administración local de la que depende el territorio. Allí busca llamar la atención para que se le desbloquee su caso. Durante este tiempo ha visto cómo en La Graciosa ha crecido la construcción y se han rehabilitado casas. Menos la suya. Y eso que, afirma, el escrito solicitando el preceptivo permiso lo redactó una de las abogadas del ayuntamiento.

El hombre vive con su pareja en una casa de alquiler. Pagan 500 euros al mes. Ambos están en situación de exclusión social y perciben ayuda del propio Ayuntamiento, a través de Servicios Sociales. Ahí también han pedido que intercedan con la Oficina Técnica. Con igual inútil resultado. Victoriano presenta una discapacidad del 33% y en la actualidad su estado de ánimo, y el de su pareja, es más que bajo puesto que con sus ingresos, que no llegan a 700 euros, se les hace muy cuesta arriba ir sobreviviendo.

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