Sofía Hernández exhibe su lectura del retrato en La Cabina
La artista lanzaroteña inauguró la temporada de acciones artísticas del espacio 'La Cabina', en el MIAC, con una recopilación de 23 obras adaptadas al lugar en el que se exponen.
La artista lanzaroteña Sofía Hernández inauguró el pasado viernes la temporada de acciones artísticas del espacio expositivo La Cabina con 'La lectura del retrato', “una instalación que pretende estimular la intuición del espectador mediante la metodología del retrato”. La creación de esta joven artista lanzaroteña “anima al espectador a explorar la variedad de muestras a través de una mirada íntima cuyo objetivo es sugerir el carácter del retratado, su esencia e incluso, su historia”.
'La lectura del retrato' es una recopilación de 23 obras adaptadas al lugar en el que se exponen, la antigua cabina de teléfonos del restaurante del Museo Internacional de Arte Contemporáneo, MIAC-Castillo de San José. “Me pareció muy interesante porque por sus pequeñas dimensiones y las paredes de piedra del espacio crean un entorno envolvente en el que el espectador puede perderse y evadirse contemplando la variedad de texturas, miradas y formas que propongo en mi muestrario de retratos” explica la artista.
Sofía Hernández entiende que cada sujeto tiene unas características que le hacen único, y no sólo físicas. Es su personalidad la que, de alguna manera, se queda adherida al dibujo y la que se muestra, escondida en ocasiones, en otras muy presentes, en sus trazos. “Me he decantado por las ilustraciones porque mi intención es que el espectador vea mucho más allá del dibujo, que sienta el entorno que rodea a cada personaje y que el resultado estimule su imaginación”, señala.
La Cabina es un espacio expositivo y de intervención artística ubicado en la antigua cabina de teléfonos del Museo Internacional de Arte Contemporáneo, MIAC-Castillo de San José, desde el que se pretenden mostrar las propuestas más actuales en el ámbito de la creación contemporánea. Este peculiar emplazamiento constituye un reto para los artistas, a los que les permite crear un microuniverso independiente, una acción autónoma, que pone en valor ese lugar con la intención de convertirlo en un espacio de acción.
