EFEMÉRIDE
El 'Telamón', un barco que se aferra a la silueta marítima de Arrecife
20 de octubre de 2019 (18:25 h.)
El 21 de octubre de 1981, cuando navegaba por la Bocaina, entre Lanzarote y Fuerteventura, sufrió una vía de agua que amenazó la vida de los tripulantes.
El Telamón lleva casi cuarenta años formando parte de la silueta marítima de la ciudad, embarrancado entre el muelle de Los Mármoles y los tanques y chimeneas de la Punta de los Vientos. Aún no se ha iniciado la cuenta atrás para el desguace de este barco azotado por las mareas, una medida adoptada por la Autoridad Portuaria de Las Palmas, el órgano que gestiona el puerto de Arrecife, y en cuyas láminas de agua yace el barco. Frente a la eliminación, no pocos románticos proponen que siga en su sitio. El próximo 31 de octubre se cumplen 28 años desde que fuera embarrancado intencionadamente en la cala en la que yace.
Un sector de la población lo ha disfrutado fotografiándolo o practicando snorkel y buceo de iniciación en pecios
La noticia no satisface a todos, ya que hay un sector de la población que lo ha disfrutado fotografiándolo o practicando snorkel y buceo de iniciación en pecios. Pero, dado el avanzado deterioro del pecio y para evitar accidentes, la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha acotado con una barrera y una red submarina el perímetro en el que se encuentra el barco semihundido. Asimismo, colocó un cartel en la playa que, en tres idiomas, prohíbe el buceo y el acceso al buque.
Su localización cerca de la orilla y de la trama urbana, así como la quietud de las aguas en la rada en la que fue encallado, es ideal para que los equipos de rescate realicen en él sus prácticas. Hundida y situada a una profundidad máxima de 18 metros está la proa, donde hay más vida marina, aunque toda ella es atraída por el casco y sus recovecos, que actúan de seguro hábitat para las especies. El resto del barco sobresale de la superficie del mar.
El Telamón es uno de los pocos pecios semihundidos existente en Canarias. El carguero, de bandera griega, realizaba el trayecto entre Costa de Marfil y la ciudad de Tesalónica. El 21 de octubre de 1981, cuando navegaba por la Bocaina, entre Lanzarote y Fuerteventura, sufrió una vía de agua que amenazó la vida de los tripulantes y su valiosa carga, integrada por enormes troncos de madera. El capitán puso rumbo a Arrecife y recaló en el muelle de Los Mármoles.
El barco, de 139 metros de eslora, acabó por partirse en dos trozos
Al ser imposible su reparación y ante el riesgo de que se hundiera dentro del puerto, el barco fue transportado a la trasera del espigón y fue embarrancado intencionadamente y con sumo cuidado diez días después, un 31 de octubre. El barco, de 139 metros de eslora, acabó por partirse en dos trozos. En los tanques del buque había almacenadas más de 300 toneladas de combustible, una seria amenaza de contaminación que, por fortuna, fue conjurada. Para ello, se instaló una plataforma de grandes dimensiones rodeando el casco y se esparció un líquido para disolver el fuel en caso de vertidos, cosa que no sucedió. Días después, se produjo el trasvase del combustible sin contratiempos.
El carguero fue botado en Escocia en 1953. Hasta finales de los años setenta del siglo XX cambió varias veces de propietarios y de nombre, siendo rotulado como Temple Hall, Pantelis… Una de las consecuencias de la presencia del Telamón en Arrecife fue la distribución de los troncos de grandes dimensiones que transportaba en sus bodegas y que, durante años, fueron visibles en varias zonas de la isla. Algunos fueron cedidos como material para el Taller de Carpintería de la Escuela de Arte Pancho Lasso, otros se reutilizaron como piezas de escultura y otros, simplemente, fueron a parar a manos privadas.