Top Secret, 13 de enero de 2017

Circula, o circulaba, por las redes sociales un vídeo en el que dos chicas agreden de manera brutal a una tercera. Da la sensación de que ocurre en Arrecife. ¿Qué hacer en estos casos? Muy fácil: no compartir y denunciar rápidamente ante la Guardia Civil o la Policía Nacional. Nos consta que ya se está investigando y que no será nada complicado dar con las dos agresoras y con quien graba la escena mientras se ríe. El vídeo se subió, al menos,  a una red social denominada Instagram. Una de las agresoras ya borró la cuenta. La otra quitó la foto y activó la privacidad de su espacio. La agredida ha recibido la solidaridad de jóvenes de su edad. En algún caso, no obstante, le reprocha que no hubiese dicho nada antes. Es obvio que la víctima es víctima, no culpable. Pero también es cierto que en ocasiones los menores agredidos callan por miedo a que la cosa empeore o por vergüenza para no reconocer que han sido víctimas de palizas. Los adultos tenemos ahí varias cosas que aportar: en primer lugar tratar de educar a nuestros hijos en el respeto y la no violencia. Hacerles entender que denunciar casos como estos o parecidos no es traicionar a nadie, sino probablemente ayudar a muchos y, entre otras cosas más, recomendarles que no se debe compartir material como el que nos ocupa porque acabas siendo cómplice de un hecho execrable y denunciable. 

 

La alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta (fiel lectora de este Top Secret, por cierto), no afloja ni un punto en dos de las decisiones más importantes que ha adoptado, y que a la postre le han valido monumentales broncas con sus socios de gobierno. Fundamentalmente con Coalición Canaria. Nos referimos al Plan General y a la archifamosa Avenida. Con respecto a la primera de las cuestiones, De Anta repite una y otra vez que mantiene los ojos bien abiertos y que no hay prisa ninguna. Lo que equivale a afirmar que no se fía ni un pelo de los nacionalistas. El Plan General, cuando salga, lo hará con plenas garantías de que no se ha cometido ningún estropicio con los intereses generales de los ciudadanos de la Capital, insiste, y que eso de firmar convenios con algunos empresarios como si no hubiera un mañana por encima, incluso, de sentencias judiciales, nada de nada. Que estos tiempos ya pasaron y que, si acaso amagaban con volver, ya pueden irse por donde mismo vinieron.

 

Y en la otra cuestión, la Avenida, más de lo mismo: su partido decidió cerrarla. Y cerrada está. Dice Eva de Anta que la población espera coherencia en sus políticos. Y que en su ADN está entregar la ciudad a los peatones, hacerla más accesible a las personas con movilidad reducida y, en definitiva, convertirla en un entorno más amable. Y salvo que haya informes que la obliguen, la decisión es definitiva. Afirma, además, que los comerciantes de la zona están notando ya la idoneidad de la medida, que se ha visto con ellos y que le comentan que están recuperando cajas y que empiezan a ver la luz. Así que ya pueden desgañitarse tanto los que se oponen desde la oposición, y valga la redundancia, como los que lo hacen desde el gobierno, y valga la incoherencia. Puede que la medida más rápida para abrir la Avenida sea quitar de en medio al PSOE. Y ya comentamos aquí mismo, hace algún tiempo, que esta es una idea que a muchos les hace más que tilín. Cosa, por otra parte, muy normal en una isla que corre el riesgo de ir perdiendo la costumbre de presentar mociones de censura cada diez minutos. Como fue norma en un pasado cada día más lejano y que muchos (y muchas) parecen añorar.