Top Secret, 21 de diciembre de 2016
20 de diciembre de 2016 (23:27 h.)
La abstención
Ildefonso Aguilar será nombrado Hijo Adoptivo de Lanzarote. El Cabildo lo aprobó ayer. ¿Por unanimidad? ¡Por supuesto que no! Hubo una abstención ¿De quién? El día que el Cabildo de Lanzarote logre un acuerdo unánime para rendir honores a quien consideren que ha hecho méritos suficientes, habrá que ponerle una vela extra a la Virgen de Los Volcanes. No hay Hijo, Predilecto o Adoptivo, que no haya salido de una sesión plenaria sin un interrogante sobre su cabeza. El más humillado fue el que, sin discusión, merecía todos los honores: César Manrique. El Cabildo presidido por Nicolás de Páiz (q.e.p.d.) lo intentó en vida del artista, pero un ominoso comportamiento del PIL 'de toda la vida' lo impidió. Al PIL, al viejo y al nuevo, siempre le ha puesto pisotear a César. Pero haciendo ver que no lo parezca, claro. Dijo entonces Dimas Martín que De Páiz fue quien ensució el proceso porque sólo buscaba arañar votos. Y ya si eso él, en persona, lo nombraría de ganar las siguientes elecciones. Al final fue un puñado de años más tarde, con la presidencia en manos de Pérez Parrilla, César desaparecido y Dimas inhabilitado o en la cárcel. No sabríamos precisar.
Igual que con Pallarés
Ahora todo parece indicar que es Alternativa Ciudadana 25 de Mayo quien ha heredado las artes del PIL, especialistas en emborronar expedientes honoríficos con la excusa de querer blanquearlos más. El voto es secreto, pero todo el plenario del Cabildo señala hacia la silla ocupada por la representante de los alternativos. Somos tiene otra vía de agua abierta. Aunque ya lo sabían. Con Agustín Pallarés ya ocurrió lo mismo. Las razones de la abstención cabe buscarlas en 'el procedimiento'. O sea en las formas de llevar el expediente. En política las formas no son cosa menor, ciertamente. En ocasiones pueden resultar más importantes incluso que el fondo. Porque en las maneras se ve si se honra o se pisotean los procedimientos democráticos. En estos actos, sin embargo, bastaría con afear públicamente al de la batuta, caso de verse un mal proceder, y sumarse con orgullo al homenajeado. Pero no. Lanzarote perdería parte de su encanto si sus políticos no dieran de qué hablar.
Justicia con Aguilar
El caso es que son pocos los que dudan de los méritos de Ildefonso Aguilar, como pocos son los que desconocían que el artista no nació en la isla. Llegó aquí con 8 meses. Seguro que se siente honrado por el reconocimiento. Pero muy probablemente estará más satisfecho por ver cómo se retoman dos obras suyas: el Festival de Música Visual y el acceso al Charco de los Clicos. Aguilar siempre tuvo la espinita atravesada de la desaparición del Festival que ideó y vio la luz en 1989 con Roger Eno, entre otros, como gran atractivo. La última edición del Festival fue en 2002....sí, con el PIL en el Gobierno del Cabildo. Lo del Charco de los Clicos es más reciente (aunque lleva años también con el proyecto bien perfilado). Consistiría en horadar la montaña que, desde el pueblo de El Golfo, accede al lago verde. De tal modo que, tras un pequeño paseo de pocos metros por el interior de la montaña, el visitante aparecería de pronto asomado a un balcón con el cráter a sus pies. No parece mal final de año para Ildefonso Aguilar.