Una falúa marroquí

“Ayer estaba en la Caleta de Famara y me pareció ver una falúa marroquí fondeada. ¿Una patera, con este tiempo? No puede ser. Me fijé bien y me di cuenta de que era una falúa marroquí, como las que usan los pescadores en el país vecino, pero reformada  y adaptada como un pequeño yate de madera a motor, con su cabina y todo. Ingeniosa que es la gente”.
 
Esta es la misiva que nos manda un lector llamando la atención sobre esta “curiosa y poco habitual estampa marina” en la isla. Una patera no podía ser porque, desde que llegan a tierra, todas son retiradas de la costa inmediatamente y depositadas en una especie de potrero para estas embarcaciones, situado tierra adentro.

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