PUERTO / CIUDAD
Vallado de Naos, otro espacio público vetado a los arrecifeños
Se recurrió a un tipo de valla que, además, actúa como un obstáculo que impide el disfrute paisajístico del recinto pesquero desde la ciudad.
En 2011 se prohibió el libre acceso de personas y vehículos al muelle pesquero de Arrecife. Con esta medida, la Autoridad Portuaria de Las Palmas vetó el disfrute de este espacio público a los habitantes de la ciudad, que lo frecuentaban para pasear, pescar, oír música, enamorar o tomarse unas copas con el volumen de la radio a tope y sin molestar a los vecinos. La ciudad perdió un espacio en el que explayarse. Otro más.
La decisión se tomó después de que un niño de cinco años falleciera en 2008 tras precipitarse al mar el vehículo en el que viajaba con su madre y de que ocurrieran otros percances, también relacionados con turismos que cayeron al agua. El otro argumento esgrimido fue concentración de jóvenes, sobre todo, durante los fines de semana y la celebración de botellones en la explanada de Naos. Si esa es la excusa, estamos tardando en cerrar las playas de la isla porque hay gente que se ahoga en ellas. Y las carreteras, por la misma razón.
Se consumó la privatización de un espacio público
El paso siguiente fue el vallado de la zona. En 2012 se anunció el amurallamiento del recinto portuario pesquero con un coste de casi medio millón de euros. La primera intervención consistió en construir el puesto de los agentes de la policía portuaria, colocar dos cancelas de gran tamaño e instalar los primeros barrotes de hormigón. Las reacciones de protesta fueron inmediatas, pero lo cierto es que, desde entonces, sólo pueden acceder al recinto los trabajadores de las empresas allí radicadas, los tripulantes de las embarcaciones atracadas y otras personas autorizadas.
Se consumó así la privatización de un espacio público situado en la zona de dominio portuario al prohibirse el acceso a su interior. Pero, por otro lado, se recurrió a un tipo de valla que, además, actúa como un obstáculo que impide el disfrute paisajístico del recinto pesquero desde la ciudad, no así desde el centro comercial situado en el puerto deportivo Marina Lanzarote. Quizá porque era ése el propósito no confesado: que las personas vayan a consumir a dicho centro comercial si quieren disfrutar del paisaje marino de la bahía de Naos…
La última reclamación parte de Somos Lanzarote
El rechazo al vallado del recinto pesquero mediante barrotes de hormigón de más de dos metros de altura lo encabezó el Cabildo Insular y el Ayuntamiento de Arrecife, a los que se sumaron los pescadores de bajura agrupados en torno a las cofradías de San Ginés y La Santa, así como la mayor parte de las fuerzas políticas. Sin embargo, la Autoridad Portuaria de Las Palmas, el órgano de quien depende el puerto y los muelles de Arrecife, no ha hecho caso a las demandas.
La última reclamación parte Somos Lanzarote, que ha anunciado que en el próximo Pleno de Arrecife instará al grupo de gobierno a elevar al Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas el derribo del muro perimetral de los muelles de Naos y a su sustitución por una alternativa que, sin restar seguridad, permita a la población disfrutar de su puerto pesquero.
El ex candidato del PP a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, preside la Autoridad Portuaria a propuesta de CC. En sus manos está la posibilidad de eliminar “un muro que extirpa a la ciudad de su puerto pesquero y la aleja de su principal potencial, el mar”, tal y como manifestó Borja Rubio.