Si vas a salir de vacaciones, protege tu hogar

Verano, para los cacos también es temporada alta

No es por fastidiar, pero si te vas de vacaciones ten presente que el año pasado se produjeron 503 robos con fuerza en domicilios en Lanzarote: más de cuarenta al mes.

Verano, para los cacos también es temporada alta

¿Ya estás a punto de irte de vacaciones? No es por fastidiar, pero ten presente que el año pasado se produjeron 503 robos con fuerza en domicilios en Lanzarote. Son más de cuarenta al mes. Visto de otro modo, más de una familia es víctima de un atraco en su casa cada día en esta isla. Así que si estás planificando salir de vacaciones, protege tu hogar. Toda precaución es poca, porque en verano comienza la temporada alta también para los cacos.

En España se producen más de cien mil robos con fuerza al año, según el Ministerio del Interior. El verano es el período preferido para los amantes de los ajeno, ya que es cuando más ‘trabajan’: las casas vacías son su blanco preferido. Para protegerse eficazmente, nada mejor que conocer los métodos que utilizan los ladrones para allanar las casas y poder prevenirlos.
 
El manual de la Policía Nacional distingue tres tipos de ladrón de domicilios: el ladrón ocasional, el que posee alguna práctica y el experimentado. Estos últimos son los más peligrosos, ya que estudian el objetivo, emplean herramientas sofisticadas, asumen altos riesgos porque esperan conseguir un botín razonable, actúan de forma resolutiva en su esfuerzo por entrar y están bien organizados. No obstante, estos profesionales buscan sobre todo casas vacías, ya que, en caso de ser detenidos, se les imputa sólo robo con fuerza, y no con violencia.
 
Los ‘profesionales’ entran en las casas y no dejan signos externos de fuerza
 
Las bandas especializadas en asaltar viviendas suelen estudiar la escena antes de actuar para seleccionar a sus víctimas. Son los actos preparatorios. Durante las vigilancias previas, los cacos suelen marcar las casas para preparar el robo. A veces, colocan trocitos de plástico entre el marco y la puerta de las viviendas. Estas marcas actúan como testigos para averiguar si la puerta se abre o se cierra y saber si la casa está ocupada. Pasados unos días, regresan y si el testigo sigue allí, sabrán que sus moradores están fuera. Vía libre para el robo.
 
Los profesionales experimentados entran en los hogares a robar y no dejan signos externos de fuerza. El sistema más convencional es el ‘resbalón’, todo un clásico profusamente utilizado en el cine. Basta con introducir entre el marco de la puerta una lámina fina semirrígida, generalmente de plástico, como una tarjeta de crédito. Este método sirve para robar sólo si no se ha cerrado la puerta con llave.
 
Otro método muy cinematográfico es la ganzúa. Los ladrones manipulan manualmente los sistemas internos de bloqueo del bombín con un alambre doblado en la punta, que actúa igual que lo haría la llave. Una variante es la ganzúa de varias puntas, que simula  la marca de cada cerradura y que se adquiere por Internet. Como casi todo. Por su parte, el ‘bumping’ consiste en introducir una llave en la cerradura y, una vez dentro, golpearla ligeramente para hacer saltar los pitones. Este golpe libera el giro de la llave y permite abrir la cerradura.
 
No hay que divulgar la salida y comprobar que todo está bien cerrado
 
Otro método es el denominado ‘impressioning’. Consiste en introducir una llave virgen en el bombín de la cerradura y efectuar varios giros para que se impriman en ella los pines del cierre. Posteriormente, los ladrones la liman hasta conseguir una reproducción exacta de los picos y valles de esta pieza crucial de la cerradura. Frente a la astucia de los ladrones, se recomienda reforzar las viviendas con elementos de seguridad adicionales, que, con frecuencia, se reduce a elegir el bombín adecuado para la puerta.
 
Pero si va a salir de vacaciones, lo primero es no divulgarlo y comprobar que puertas y ventanas estén bien cerradas. Tampoco hay que dejar señales visibles de que la vivienda está desocupada y, por supuesto, no hay que dejar objetos de valor ni dinero. Hay quien instala un reloj programable que enciende y apaga la luz o la televisión en diferentes horarios, simulando así que la casa está habitada. Conviene no desconectar el timbre de la puerta ni la corriente eléctrica al salir de vacaciones, así como pedirle a un amigo de confianza que recoja el correo del buzón.

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