HÁBITAT Y ARQUITECTURA
Vivienda y arquitectura, dos pilares del futuro de Arrecife y los pueblos de la isla

En Lanzarote hay un importante parque de viviendas desocupadas, los precios de los alquileres son desorbitados y la escasez de vivienda pública es escandalosa.
El primer lunes del mes de octubre se conmemora en el mundo dos fechas que van cogidas de la mano, el Día Mundial del Hábitat y el Día Mundial de la Arquitectura, dos hitos que comparten la misma jornada. En Lanzarote hay un importante parque de viviendas desocupadas, los precios de los alquileres son desorbitados y la escandalosa escasez de vivienda pública es una de las negras herencias que nos legó Coalición Canaria tras casi treinta años de gobierno en las Islas. La arquitectura de la corrupción es un fenómeno reciente que llevaría un capítulo aparte.
El lema de este año del Día Mundial del Hábitat es ‘Vivienda para todos: un mejor futuro urbano’. Por su parte, el Día Mundial de la Arquitectura pretende poner el acento este año en la planificación de las ciudades para que sirvan de hogar digno a las personas. Por lo tanto, este 5 de octubre es un buen momento para señalar que la vivienda es tan fundamental para el carácter, la forma y la vitalidad social y económica de las ciudades como para una buena salud pública de su población.
La arquitectura doméstica sigue mostrando signos de vitalidad, pero la industrial, comercial y turística es más bien vulgar
En teoría, en un día como hoy deberíamos estar reflexionando en Lanzarote y La Graciosa sobre el estado Arrecife y nuestros pueblos, así como sobre el derecho básico de todas las personas a una vivienda adecuada. Entre otras razones, porque es un precepto constitucional. Además, durante la pandemia de COVID-19 se ha puesto de manifiesto que la vivienda tiene que ser algo más que un techo y debe permitirnos trabajar, tener momentos de ocio y de esparcimiento. De hecho, el teletrabajo carece de sentido si no se dispone una vivienda digna.
Por aquí, la arquitectura doméstica sigue mostrando signos de vitalidad, pero la nueva industrial y comercial, incluyendo la turística, es más bien vulgar, tirando a horrorosa. La arquitectura pública mejor ni mencionarla, porque hasta dan ganas de llorar. Cuando se habla de buena arquitectura a partir de la segunda mitad del siglo XX hay varios edificios que suelen citarse, como el Arrecife Gran Hotel original, la Escuela de Pesca o Escuela de Arte Pancho Lasso. Por supuesto, resulta inevitable nombrar la obra espacial de César Manrique, como sus dos residencias reconvertidas en museos o la red de centros de Arte y Naturaleza del Cabildo.
La vivienda es la única forma de garantizar el derecho a la ciudad para todas las personas
Para el año 2030 cerca de 3.000 millones de personas necesitarán tener acceso a una vivienda, lo que supone el 40% de la población mundial. Pero, la construcción de dichas viviendas también conllevaría una planificación de los servicios e infraestructuras básicas, como el saneamiento y los transportes y comunicaciones. También hay que tener en cuenta que esta promociones deben permitir a los residentes acceder a espacios públicos verdes y abiertos, oportunidades de empleo, servicios de salud, escuelas, guarderías y otras instalaciones sociales. El reto es enorme.
Los problemas relacionados con la vivienda deben estar en el centro del desarrollo urbano sostenible e inclusivo, ya que la vivienda inclusiva, asequible y adecuada es la clave para la transformación sostenible de las ciudades. La tendencia actual es buscar viviendas que sean ecoamigables, que propicien un mundo más limpio y verde y que garanticen la sostenibilidad de las ciudades. La vivienda es un derecho humano y un catalizador de todos los demás derechos fundamentales, así como la única forma de garantizar el derecho a la ciudad para todas las personas.