Vulnerables ante la covid-19, esenciales para las familias: aplaudimos a los abuelos
Los abuelos facilitan la conciliación de la vida familiar y laboral, transmiten sabiduría, afecto y generosidad. Un colectivo que ha quedado en situación de vulnerabilidad en la pandemia.
El Día del Abuelo o Día de los Abuelos llega en una época complicada y atípica. Hoy les toca a ellos, a los mayores de la familia, aplaudirles. Una generación que guía, quiere y enseña. Un colectivo que ha quedado también al frente de la batalla, con sus vidas en juego, en este caso por un bicho llamado covid-19.
Hay muchas cosas que se nos han escapado de las manos, con razón, durante toda esta pandemia. Fuimos aprendiendo comportamientos, que del mismo modo que cuando comenzamos a hablar, caminar, o comer, hay que asentar y a los que debimos acostumbrarnos. Sin embargo, llegados a este punto, pocas excusas quedan ya sobre la mesa. Conductas o comportamientos irresponsables ya dependen un poco más de quien los ejecuta, y no de la mayor o menor novedad que haya supuesto el virus. Hay quien parece haber aprendido lo que puede suponer el covid-19 y otros en cambio que deciden taparse los ojos y evadirse de la dura 'nueva realidad'. Dicho de otra forma, mirar hacia otro lado, como si en una burbuja viviesen.
Personas que han quedado indefensas en unos meses donde el coronavirus se ha cobrado muchas vidas
Hoy es un día conmemorativo dedicado a los abuelos. Esta jornada se celebra solo en algunos países, con diferencias en la denominación, motivación y fecha. La creación del Día Mundial de los Abuelos fue una de las más importantes conclusiones aprobadas en el III Congreso Nacional de Organizaciones de Mayores. El texto aprobado habla de los objetivos del Día “para potenciar esa figura tan entrañable y, al mismo tiempo, tan necesaria para el fortalecimiento de las relaciones intergeneracionales y de la familia”.
En Lanzarote, según los últimos datos, publicados en el 2019, el número de personas mayores de 65 años era de 17.726. Personas que han quedado frágiles e indefensas en unos meses donde el coronavirus se ha cobrado muchas vidas, dejando a muchas familias sin esta figura y cortando de raíz el vínculo tan sólido que suelen mantener con hijos y nietos y que sin quererlo, ha desaparecido.
Los abuelos facilitan la conciliación de la vida familiar y laboral, transmiten sabiduría, afecto y generosidad. Como nota negativa, algunas familias viven un escenario no tan idílico. Hay ausencias tempranas, enfermedades o, lo más habitual, una crisis que ha afectado a la mayoría de hogares y que en los últimos años ha variado el papel de los abuelos al tener que sacrificar su pensión para ayudar a los hijos, convirtiéndose en muchos casos en la única fuente de ingresos de los hogares.
Por todo esto y tantas cosas más que también debemos a esta generación, hoy es un día para reflexionar. Quizás no pertenezcas a uno de estos colectivos vulnerables o quizás el virus no te haya arrebatado a ningún ser querido, pero esto, como todo en estos meses, puede cambiar. Llegó el momento de la solidaridad, esa que hemos demostrado aplaudiendo a quienes han estado en primera línea. Ahora toca aplaudirles a ellos. Feliz Día a todos los Abuelos del mundo.
Transmisores de historias y experiencias. Su labor como cuidadores y como raíces de la familia merecen reconocimiento y respeto. Y tampoco olvidarnos de aquellas personas que, sin ser abuelos, han alcanzado la edad para serlo y también han desempeñado un papel fundamental en el núcleo familiar.
Carta de una nieta
He recibido una llamada para ti. “Un homenaje para mi abuela”
El próximo 26 de julio se celebrará el día de los abuelos y que mejor momento para hacer un homenaje a cada una de esas personas que han significado tanto en nuestra vida.
En estos días he visto a mis hijos disfrutar del descubrimiento del uso y existencia de un teléfono fijo de los de la ruedita y he visto la necesidad de contarles a ellos y a ustedes la importancia de ese objeto. Ese teléfono de color verde menta que ahora es un objeto de decoración vintage, en la vida de mi abuela fue una vía de conexión con las vidas de tantas familias que posiblemente si tienen la posibilidad de leer este homenaje sepan de que estoy hablando.
Ella que era madre de 7 hijos, trabajadora incansable en el campo, en la empresa familiar y donde hiciera falta, abrió las puertas de su casa y a través del único teléfono que había en el pueblo, mantenía unidas a las personas, con las buenas y malas noticias que les llegaban de los que se encontraban fuera de casa. Ella programaba las llamadas para que se diera el encuentro entre madres e hijos, novios… Comunicaba nacimientos, fallecimientos y todo aquello que necesitaban saber. Para muchos sería un negocio porque se pagaban las llamadas por pasos, pero no se pagaba su solidaridad y compromiso.
Hoy quiero hacerte el homenaje que te mereces. Orgullosa de haber tenido tu ejemplo, solidaria y generosa, siempre con una sonrisa, valiente y luchadora desde el silencio, por todas las cosas que he aprendido, y por nuestros momentos de complicidad en el descansillo de las escaleras. Allá donde estés te pido que seas feliz y comparte tus sonrisas e historias con aquellos que se han ido, por unas razones u otras. Y a los lectores les pido que disfruten de los suyos todo lo que puedan, y a los que no puedan hacerlo les invito a prepararles su homenaje.
Para la mejor abuela del mundo
Te quiero
