WWF elige la isla para denunciar la contaminación marina por plástico
Un equipo de buceadores de WWF se ha sumergido en aguas de Lanzarote para denunciar la gran amenaza que supone la contaminación por plástico en nuestros océanos.
WWF ha elegido el museo submarino de Marina Rubicón como escenario de una impactante acción en la que se ha desplegado una gran pancarta junto a las esculturas “asfixiadas” simbólicamente por plásticos. Esta iniciativa se enmarca dentro de la campaña de WWF #NaturalezaSinPlasticos, que cuenta ya con casi 39.000 apoyos pidiendo que el Gobierno tome medidas contra el uso desmedido de plásticos innecesarios.
Hoy han aparecido “atrapadas en plástico”, a 14 metros de profundidad, las esculturas humanas del Museo Atlántico de Lanzarote como símbolo de denuncia del grave problema que la contaminación por plásticos supone para nuestros mares.
Con esta denuncia, los activistas de WWF han puesto de manifiesto que cada año, al menos ocho millones de toneladas de plásticos acaban en el océano, una cifra que equivale a volcar en el mar un camión de basura cada minuto. Además, según WWF, para 2030 se estima que la producción de plásticos aumente un 40%.
Así, a escala global, el número de mamíferos que mueren anualmente debido a la contaminación por plásticos supera los 100.000 ejemplares. Algunos animales, como las tortugas, confunden las bolsas con medusas que acaban ingiriéndolas y muriendo. Asimismo, el 90% de las aves marinas del mundo tiene fragmentos de este material en el estómago.
De ahí la gravedad de la amenaza, ya que tal y como se ha querido mostrar con esta protesta está afectando ya en la actualidad al ser humano. No en vano, los microplásticos que ingieren los peces acaban también en nuestros platos cada día cuando consumimos pescado. Un estudio sobre mejillones y ostras calculó que un consumidor europeo medio de mariscos podría ingerir hasta 11.000 piezas de microplástico cada año.
Una trampa de plástico reveló que España es el segundo país que más plástico vierte al mar Mediterráneo, después de Turquía y el cuarto país de la UE que más plástico consume. De hecho, esta cuenca es uno de los mayores puntos negros de la contaminación por estos residuos, de los cuales los fragmentos menores de 5 milímetros alcanzan niveles récord de concentración: 1,25 millones por km2, casi cuatro veces el nivel de una de las cinco “islas de plástico”.
Cabe destacar que Canarias también se enfrenta a esta amenaza, especialmente, el Parque Natural del Archipiélago de Chinijo que constituye la reserva marina más grande de Europa. Cada año, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales recoge más de 20.000 kilos de basura. Un estudio elaborado por científicos de las universidades de Alcalá y Autónoma de Madrid, en colaboración con WWF, ha detectado densidades de microplásticos de entre 1 y 5 mm que superaron los 100g/m2 en una playa del Parque Natural del Archipiélago de Chinijo.