SEMBLANZA
Ocho años sin Agustín Acosta, la voz sonora del Atlántico
26 de marzo de 2017 (07:33 h.)
Agustín Acosta Cruz (1937-2009) tuvo una visión siendo adolescente: quería ser periodista y tener un diario. Falleció un 30 marzo, hace ocho años.
Agustín Acosta Cruz (1937-2009) tuvo una visión siendo adolescente: quería ser periodista y tener un diario. Hizo realidad su sueño y se erigió en el gran referente de la radiodifusión lanzaroteña de la segunda mitad del siglo XX, aunque estudió perito mercantil y le encantaba el derecho. Desde 1969 dirigió y presentó el programa ‘Buenos días Lanzarote’ en ‘Radio Lanzarote’, siendo el informativo más antiguo en una misma cadena de toda la radiodifusión española, así como el programa líder de audiencia de la radio lanzaroteña. Agustín Acosta falleció el 30 marzo de 2009.
Colaborador habitual del semanario ‘Antena’ desde los primeros años sesenta, muy pronto pudo satisfacer sus anhelos vitales y profesionales con sus crónicas deportivas, para en 1965, iniciarse profesionalmente en el periodismo. Un inigualable ejemplo de tenacidad, amor a su profesión, sentido del compromiso con su audiencia y de perseverancia son algunas de las credenciales que mejor identifican la trayectoria de Agustín Acosta Cruz. Durante décadas, no se concibió el despertar cotidiano de buena parte de la población sin la compañía de su crónica informativa de primera hora de la mañana.
“Mostró carácter emprendedor al apostar por medios locales en momentos en que era una temeridad intentar sostenerlos”
Además de por su faceta periodística y por su profundo conocimiento de la realidad insular, su acontecer y sus entresijos, Agustín Acosta Cruz sobresalió como empresario de los medios de comunicación. Mostró carácter emprendedor y espíritu de iniciativa al apostar por medios locales en momentos en que era una temeridad intentar sostenerlos.
Persiguiendo su sueño de adolescente colaboró con los diarios ‘Atlántico’ y ‘de Las Palmas’, fue el primer delegado insular del diario ‘La Provincia’ en su segunda etapa, ya en los años ochenta, y en esa misma década fundó y dirigió el semanario ‘La Voz de Lanzarote’, reconvertido en diario en 1990. Más tarde, y al amparo de las nuevas tecnologías de la comunicación, su carácter emprendedor le llevó a crear ‘Lanzarote Televisión’, en 1994. En 2000 pone en marcha ‘Cadena 100’, una nueva emisora de radio, y una productora: ‘Radio y Televisión Lanzarote’.
En su última etapa participó en ‘El perenquén’, la tertulia de ‘Canal 7 del Atlántico’, y dirigió el seguido programa ‘El higo pico’ en la misma emisora de televisión radicada en Tenerife, y participó en el programa ‘Fuerteventura paso a paso’ en ‘Teledifusión Fuerteventura’. Fue contertulio diario de ‘Radio Burgao’ y habitual de ‘Radio El Día’, en Tenerife, lo que lo convirtió en el periodista lanzaroteño de mayor proyección exterior.
“Cuarenta y un años de ejercicio ininterrumpido de la profesión periodística jalonan la trayectoria de Agustín Acosta Cruz”
Fue distinguido con el ‘Premio Haría’ en 2001 y está en posesión de multitud de reconocimientos en agradecimiento al apoyo que él mismo y sus medios de comunicación ofrecieron a diversas causas e iniciativas. Posee la Medalla de Plata de la Federación Española de Lucha Canaria y fundó en los años setenta la Federación Insular de Lucha Canaria. Formó parte de la comisión que, a finales de los años sesenta, consiguió del Estado el compromiso y la financiación de lo que hoy es la Ciudad Deportiva Lanzarote. En el ámbito público, fue concejal del Ayuntamiento de Arrecife durante ocho años, consejero del Cabildo de Lanzarote durante 12 años y ostentó la presidencia de la Primera Corporación Insular a mediados de los años setenta.
Cuarenta y un años de ejercicio ininterrumpido de la profesión periodística jalonan la trayectoria de Agustín Acosta Cruz. Gran conocedor de las interioridades de su profesión e incomparable ante los micrófonos de radio, fue un ser irrepetible y un servidor de Lanzarote que ni concitó unanimidades ni dejó a nadie indiferente por su carácter rabiosamente independiente y su personalidad libre. La voz sonora del Atlántico: así se refería a él César Manrique.