SANTORAL

La Candelaria, el pulso de Tías a la devoción chicha

La Parroquia fue creada en julio de 1796. Tres años más tarde, en julio de 1799, se crea el Ayuntamiento de Tías al independizarse del de Teguise.

La patrona de Canarias es muy venerada en Tenerife, pero su conmemoración no es exclusiva de la isla picuda ya que cada año, a finales de enero y en los primeros días de febrero, Tías organiza la celebración conjunta de las Fiestas en honor de La Candelaria y San Blas. La Virgen de la Candelaria toma su nombre de la fiesta de la Candelaria o de la Luz, que tuvo su origen en el Oriente. Según el calendario católico, su fiesta se celebra el 2 de febrero y es conocida con diversos nombres como la presentación del Señor, la purificación de María, la fiesta de la Luz o la fiesta de las Candelas, de donde se deriva la advocación de la Virgen de la Candelaria.

Por su parte, Blas de Sebaste, venerado como San Blas, fue un médico y obispo que está considerado  patrono de los enfermos de garganta y de los otorrino-laringólogos. Ambos son sacados en procesión cada año por los alrededores de la iglesia de La Candelaria. En los días previos, un completo programa de actos conmemora la sentida celebración tiense. La gran novedad de este año ha sido la primera edición de su romería y ofrenda, celebrada el domingo 28 y arropada por vecinos del municipio. El Ayuntamiento incluyó esta peregrinación en la programación de sus fiestas patronales a petición popular.
 
Tías surge como núcleo de población a partir de las erupciones volcánicas del XVIII
 
Tías surge como núcleo de población a partir de las erupciones volcánicas acaecidas en la isla entre los años 1730 y 1736. Las cenizas esparcidas por los campos dieron lugar a que estos pedregales se transformaran en zonas fértiles para el cultivo. La Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria fue creada en julio de 1796. Tres años más tarde, en julio de 1799, se crea el Ayuntamiento de Tías al independizarse del de Teguise.
 
Sobre su origen etimológico, el escritor e investigador Agustín de la Hoz, en su obra ‘Lanzarote’, lo atribuye a las Tías de Fajardo, sobrinas del Gobernador Civil de Canarias de la época. Sin embargo, el investigador Francisco Navarro Artiles, en ‘Teberite’, afirma que se trata de un vocablo de origen prehispánico.
 
El territorio de Tías se despliega sobre una suave ladera, y sus casas se alzan escalonadas en una pendiente coronada por la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, patrona de la localidad. Situado junto al Aeropuerto y bien comunicado por la red viaria que recorre la isla de norte a sur, el municipio se ha especializado en el sector de los servicios. Sus entidades de población son La Asomada, Conil, Mácher, Masdache, Puerto del Carmen, Tías-núcleo y Vega de Tegoyo.
 
Cuenta con unos 20.000 habitantes, de los cuales alrededor de 3.000 residen en Tías-casco
 
El municipio se extiende a lo largo de once kilómetros de costa y es el primer municipio que se incorporó al desarrollo turístico insular, aprovechando el atractivo de sus playas de finas arenas. Junto al caserío pesquero de Puerto del Carmen, antes La Tiñosa, surgió el pujante sector turístico, destacando su oferta alojativa, gastronómica, náutica, de ocupación del tiempo libre y de ocio nocturno.
 
El conjunto del municipio cuenta con unos 20.000 habitantes, de los cuales alrededor de 3.000 residen en Tías casco. En los últimos años, el núcleo cabecero ha ido desarrollando un notable tejido productivo alrededor de una población asentada y que disfruta de toda clase de infraestructuras, equipamientos colectivos y servicios de variado signo orientados a todos los segmentos de la población. La transformación se manifiesta asimismo en la fisonomía urbana del caso de Tías, en donde se ha pacificado el tráfico rodado dando prioridad a las personas, a la vez que han ido proliferando establecimientos comerciales de diverso tipo, restaurantes, bares y cafeterías.
 
En Tías, La Candelaria es el contrapunto a la devoción tinerfeña por la patrona de Canarias.

Tías, el refugio de un Premio Nobel

En Tías estableció su última residencia José Saramago, escritor portugués y Premio Nobel de Literatura en 1998. En ella pasó buena parte de sus últimos 18 años de vida. En su casa construyó su biblioteca y, sobre todo, escribió los libros que dio en llamar ‘de piedra’, tal vez seducido e inducido por el paisaje árido y volcánico de la isla. Lanzarote era, para Saramago, una balsa de piedra en mitad del Océano.

La enorme trascendencia patrimonial y cultural que supone mantener vivo el rastro material y espiritual de la presencia de Saramago en España, propició la apertura al público como Casa-Museo de su vivienda particular y su biblioteca, bajo el nombre de 'A Casa José Saramago'.