Día de la Juventud: poco que celebrar si te emancipas después de los 30

Manifestación de jóvenes contra el cambio climático en Arrecife en 2019.
Manifestación de jóvenes contra el cambio climático en Arrecife en 2019.

Seis de cada diez desempleados contabilizados en Lanzarote carecen de estudios o solo han completado los estudios primarios

Día de la Juventud: poco que celebrar si te emancipas después de los 30

La edad media de emancipación en España ha superado la treintena, al situarse en los 30,3 años, según una nueva edición del Observatorio de Emancipación, elaborado por el Consejo de la Juventud de España. Este dato supone la cifra más alta desde que se lleva a cabo este estudio. Por otro lado, la cifra de jóvenes emancipados durante el primer semestre del se encuentra bastante por debajo de la media europea.

La juventud, en una encrucijada

Los dos datos anteriores reflejan que la juventud se encuentra en una encrucijada, lo cual debe ser subrayado este día 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud. La situación anterior se ve agravada por cuestiones como el alto coste del alquiler, las dificultades para acceder a una vivienda, la salud mental y los rangos de edad, siendo las mujeres las que se emancipan antes.

La mitad de las personas del planeta tiene 30 años de edad o menos, y se espera que la juventud represente el 57 por ciento de la población mundial para finales de la década actual. Esa misma proporción también se da en Lanzarote, ya que hay más de 50.000 personas con 30 años o menos. Sin embargo, ese fuerte peso poblacional no se traduce en representación o capacidad de influencia, ya que, a escala mundial, solo el 2,6 por ciento de los parlamentarios tienen menos de 30 años y menos del uno por ciento de estos jóvenes políticos son mujeres.

La enseñanza y la formación, cruciales

La juventud afronta un futuro incierto. Con ella se cebó la crisis financiera de 2008 y más tarde la crisis económica ocasionada por la pandemia. Ahora es la inflación la que destroza sus expectativas, ya que las personas jóvenes continúan reportando barreras relacionadas con la edad en varias esferas de sus vidas, como el acceso al empleo y a la vivienda o la participación política.

Seis de cada diez desempleados contabilizados en la isla carecen de estudios o solo han completado los estudios primarios. Por lo tanto, la enseñanza y la formación son cruciales para que la juventud encare con éxito sus proyectos personales de vida. Para ello, el Estado garantiza una educación pública inclusiva, equitativa y de calidad y promueve oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y para todos y todas.

Competencias técnicas y profesionales

Últimamente, cada vez se presta más atención al desarrollo de competencias técnicas y profesionales, específicamente en lo que se refiere al acceso a una enseñanza y formación técnica y profesional asequible y de calidad, y la adquisición de competencias técnicas y profesionales con miras al empleo, el trabajo decente, salarios dignos y el espíritu empresarial.

Esta formación puede dotar a los jóvenes con las competencias necesarias para acceder al mundo laboral, incluidas competencias para el empleo por cuenta propia, por muy incierto y cambiante que se presente el futuro. En Lanzarote, el Centro Integrado de Formación Profesional Zonzamas ofrece un amplio abanico formativo con alta posibilidad de inserción laboral, y lo mismo sucede con la Escuela de Arte Pancho Lasso de Arrecife en su ámbito.

Los obstáculos de ser joven

Uno de los hándicaps es la escasa retribución salarial, la segunda menor de España. Encima, más de la mitad de las personas jóvenes con estudios superiores terminados ocupa puestos de trabajo que exigen un nivel formativo menor.
Por otra parte, alquilar una vivienda en Canarias, la alternativa mayoritaria entre el 15,8 por ciento de las personas jóvenes que lograban emanciparse a finales de 2022, supondría tener que destinar el 99,4 por ciento de su salario.
La compra de una vivienda libre, ya de por sí muy poco factible por las restrictivas condiciones de acceso (ahorro previo necesario, demostrar unos ingresos suficientes y una solvencia económica a medio y largo plazo), significaría tener que destinar 64,5 por ciento del salario solamente a cubrir los gastos de la cuota hipotecaria.
Por otro lado, el empleo no es suficiente para poder acceder a una vivienda, sea comprada o de alquiler. Pese a que el salario medio de una persona joven subió un 4,6 % hasta 13.079 euros netos al año (o 1.089 euros netos al mes), el precio del alquiler lo hizo un 7,55 % (precio medio de 912 euros).
Por último, una de cada tres personas jóvenes que viven de alquiler se ven obligadas a hacerlo en una vivienda compartida.

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