OBITUARIO

Fallece a los 63 años César García Otero, presidente de lo Contencioso en el TSJC

El canal de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha confirmado el fallecimiento del magistrado tras una larga enfermedad

Fallece a los 63 años César García Otero, presidente de lo Contencioso en el TSJC

El presidente de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias en su sede de Las Palmas, César Javier García Otero, ha fallecido en la tarde de este sábado a los 63 años de edad al no poder superar una enfermedad que le afectaba desde hacía ya tiempo.

Ha sido el canal de prensa del propio TSJC quien ha confirmado la noticia poco después de las seis de la tarde del sábado. García Otero, natural de Oviedo, llegó como magistrado a Las Palmas de Gran Canaria en 1990 y, antes de la jurisdicción contencioso-administrativa, estuvo en la penal.

La clase judicial de la provincia está desolada por la noticia porque, a pesar de la gravedad de su enfermedad, se confiaba en que podría recuperarse."García Otero era muy querido por su talante abierto y jovial y muy respetado por sus profundos conocimientos jurídicos" han destacado desde el TSJC. Deja viuda y dos hijos

El senador por Lanzarote y abogado de profesión, Manuel Fajardo Palarea, ha mostrado su consternación al recibir la noticia. "Gran amigo y gran magistrado pero, sobretodo, buena persona", ha dicho el letrado.

Declaración de la presidencia del TSJC ante la muerte de García Otero

“D.E.P. Cesar José García Otero, magistrado.  Tras una larga lucha contra la enfermedad, la Magistratura canaria, a quien represento como presidente, ha perdido a Cesar García Otero, magistrado en activo, hasta hoy presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
 Tan prestigioso jurista como buen compañero, Cesar llego desde su Asturias natal a Canarias en 1990 para ocupar plaza en el Juzgado de Lo Penal número cinco de Las Palmas de Gran Canaria. Formó parte de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Las Palmas y pasó después a la jurisdicción contencioso-administrativa, en la que llegaría a acceder a la presidencia de la Sala de la provincia de Las Palmas.
 Ya a poco de llegar, sus cualidades personales y humanas le hicieron ser apreciado más allá de su labor judicial, integrándose ampliamente en la vida social canaria. Su prestigio jurídico se amplió con la docencia universitaria, impartiendo clases en la Universidad de esta isla. 
Fue integrante además de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, donde sus ponencias eran ejemplo de rigor jurídico y buen sentido. Era especialmente querido por sus compañeros, por esas cualidades humanas q eran semejantes a su nivel profesional. Su firmeza y compromiso llegó hasta el punto de seguir en activo hasta pocas semanas antes de su fallecimiento, sobreponiéndose a la enfermedad. 
Su pérdida, aún previsible por la evolución de la dolencia estos últimos días, ha afectado mucho a su entorno profesional

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