En Lanzarote residen más de 20.000 personas de 65 años o más, y va en aumento

Siendo importante, la salud no lo es todo a medida que las personas se hacen mayores. Cumplir años no es un padecimiento si se tienen pensiones dignas, un sistema sanitario público y universal, o una Ley de Dependencia que atiende con eficacia a las personas mayores vulnerables. Eso que damos en llamar Estado del Bienestar, un entramado edificado con mucho esfuerzo y muchas dosis de democracia.

En Lanzarote residen más de 20.000 personas de 65 años o más de edad, y la cifra va en aumento. Significa que algo más de uno de cada diez residentes tiene 65 años o más, pero para poder llamarles personas ancianas han de tener los 75 cumplidos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tercera edad, personas ancianas o viejas… se les puede llamar de muchas maneras, pero no son en absoluto trastos inútiles, ya que las personas de edad trabajan, y mucho —de forma remunerada o no—, atienden a familiares y amigos, y colaboran tras la jubilación en organizaciones y causas de todo tipo.

España se encuentra entre los países más longevos

Cada 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad, por lo que es una buena ocasión para destacar las importantes aportaciones que las personas mayores hacen a la sociedad. España se encuentra entre los países más longevos del mundo, con una esperanza de vida de 86,3 años entre las mujeres y de 80,9 años entre los hombres, Alrededor de mil millones de personas tienen a día de hoy más de 60 años en todo el planeta, una proporción que va a más con el paso del tiempo. De ahí la importancia de políticas específicas, presupuestos y servicios públicos destinados a este segmento de la población.

Cuando se encuentran en buen estado de salud, las personas mayores siempre han desempeñado un papel importante en la sociedad como líderes, cuidadores y custodios de la tradición. Sin embargo, también son muy vulnerables, ya que muchas caen en la pobreza, quedan discapacitadas o sufren discriminación. Ante esta realidad, la OMS está poniendo el foco en tres esferas que inciden directamente en el envejecimiento: la prevención de las enfermedades crónicas, el acceso a servicios de atención primaria y la creación de entornos adaptados a las personas mayores.

Envejecer no es el final de la vida activa

Es verdad que envejecer se relaciona con el final de la vida productiva, pero no debemos caer en el error de vincularlo con el final de la vida activa, ya que las personas mayores acumulan gran cantidad de experiencia y conocimientos muy valiosos que debemos aprender a incorporar a la sociedad. Transmiten su experiencia a las generaciones más jóvenes y un elevado porcentaje de las personas mayores cuidan de sus nietos, nietas y de otros parientes y amigos de forma regular. En el caso de los nietos y nietas, así ayudan también a sus hijos e hijas.

La geriatría es una rama de la medicina que estudia, previene, diagnostica y trata las enfermedades de las personas adultas mayores. El concepto ha ido evolucionando hasta considerar un enfoque más integral, que no solo se centra en la enfermedad, sino en la salud total del adulto mayor. La gerontología, en cambio, se encarga del estudio del proceso de envejecimiento como un todo, no solo desde el punto de vista biomédico. La gerontología también se ocupa del estudio y/o intervención en áreas como la social, la psicológica, antropológica y hasta filosófica.