'Se levantan cada día para comprobar si su casa sigue ahí, o si ya se la llevó el volcán. Es muy duro'

"Nos pasamos muchas horas ayudando, pero el cansancio físico no pasa factura, ni siquiera lo notamos. Lo que sí nos afecta es el cansancio mental, ver todo lo que está sucediendo y la situación de todas esas personas y familias que se han quedado sin nada". Así hablaba Miguel Figueras, subdirector de Emerlan, de la experiencia de la ONG en La Palma. 

Figueras comentó, en una entrevista para Biosfera Media, la labor que están desarrollando en la isla vecina y el estado en el que se encuentran los pueblos y las personas que han perdido sus viviendas, y aquellas otras que viven todavía con la incertidumbre de lo que pasará con su hogar.

El primer grupo de Emerlan se desplazó el día 18, el lunes de la pasada semana, con siete personas, y ayer se realizó el relevo de estos voluntarios. Actualmente son ocho las personas de esta ONG que están en La Palma, para ayudar y colaborar en todas las labores que sean necesarias. 

Continuarán luchando junto a ellos hasta que la tragedia termine

"Resulta sorprendente ver cómo cada día muchas personas se levantan y se acercan a cualquier mirador para poder comprobar si su casa sigue ahí o si se la ha llevado el volcán. Es muy duro". Así ha explicado el subdirector la esperanza que mantiene todavía mucha gente, a pesar de la actividad del volcán. Este martes el equipo de Emerlan lanzarote ha continuado con las labores de retirar rofe de las viviendas, a las que también les ha influido el peso de las últimas lluvias.

Bajo la coordinación operativa de seguridad y emergencias dispuesta en la Isla, los voluntarios realizaron la pasada semana un total de 106 intervenciones: labores de limpieza de piroclastos acumulados en azoteas, principalmente, acompañamiento de los propietarios para retiradas de enseres en sus domicilios y acompañamiento para labores de regadío de fincas y alimento de animales.