Siniestralidad en Lanzarote, más muertes por ahogamientos que por accidentes de tráfico

Lanzarote y Canarias necesitan cambiar de registro mental a la hora de abordar el problema de la siniestralidad. Hasta ahora, la atención informativa, los recursos económicos y los medios humanos y materiales se concentran casi en exclusiva en la siniestralidad en las carreteras insulares, mientras se presta muchísimo menos cuidado a la siniestralidad en el mar. Mucha menos vigilancia todavía se presta a la siniestralidad laboral, por cuanto el número de accidentes laborales superó los 2.000 el año pasado, con seis casos graves y uno muy grave.

Triple de fallecidos por ahogamiento

Los datos avalan que, además de conveniente, es urgente cambiar de registro mental.  El año pasado se saldó con 115 accidentes de tráfico con víctimas en las carreteras de la isla, y un total de 136 personas afectadas, de las que fallecieron tres. Sin embargo, un total de ocho personas han fallecido por ahogamiento en Lanzarote en lo que va de año 2023, casi el triple, una cifra de mortalidad que se eleva a 68 personas fallecidas en el conjunto de Canarias de enero a noviembre. 

Los turistas circulan por las carreteras para disfrutar de la escenografía de los paisajes y visitar los lugares de interés, pero también abarrotan las playas y las piscinas. Siendo Lanzarote una isla rodeada de mar por todas partes y con tres millones de visitantes anuales, todo aconseja reequilibrar los esfuerzos públicos que se destinan a prevenir y atender la siniestralidad tanto en las carreteras como en todo el litoral, sin descuidar la seguridad en el trabajo.

Mucha imprudencia al volante

Lanzarote aspira proseguir su tendencia en la reducción de víctimas mortales en accidentes de tráfico; no obstante, habrá que esperar a ver que depara 2023 cuando concluya. De momento las tres víctimas mortales en accidentes de tráfico igualan a las que hubo en 2013 y quedan muy lejos, afortunadamente, de las 11 contabilizadas en 2018. La reducción de la velocidad máxima permitida de 100 a 90 kilómetros por hora en las carreteras secundarias ha sido una de las principales causas del descenso de los accidentes mortales en el conjunto del Estado, según la Dirección General de Tráfico.

Sin embargo, en los últimos años ha aparecido un nuevo causante de accidentes automovilísticos que viene de la mano del uso al volante de los teléfonos móviles. Todo apunta a que, por unos u otros motivos, la imprudencia al volante sigue estando presente y, además de las víctimas mortales que por desgracia se producen, hay que tener en cuenta aquellas que quedan con secuelas físicas, psíquicas o sensoriales.

Las mujeres tienen menos accidentes

Los estudios sobre la siniestralidad en el Estado indican que las mujeres tienen menos accidentes que los hombres, que en los hombres son más graves que en las mujeres, y que los menores de 30 años tienen casi cuatro veces más accidentes con lesionados que los mayores de 60 años. En hombres, el rango de edades crítico respecto a la gravedad del accidente es el comprendido entre 40 y 50 años, mientras que los conductores de entre 60 y 65 años son los que menos accidentes tienen.

El Servicio de Seguridad y Educación Vial del Cabildo incide en la necesidad de adquirir hábitos seguros a la hora de conducir o subirse a un coche. Entre ellos, ponerse el cinturón automáticamente al subirse al vehículo, no usar el móvil, realizar los adelantamientos correctos, no superar los límites de velocidad permitidos, no ingerir alcohol, utilizar el casco en moto, cruzar por los pasos de peatones, respetar los colores del semáforo y no distraernos en la conducción. A ver para cuándo un Servicio de Seguridad y Educación en el Mar.