Un territorio colapsado: Lanzarote vuelve a reclamar límites al turismo
La manifestación comenzará a las 11:00 en el Quiosco de la Música del parque José Ramírez Cerdá y finalizará en el Cabildo
La ciudadanía de Lanzarote volverá a salir a las calles el próximo 18 de mayo para sumarse a la convocatoria regional “Canarias tiene un límite” y exigir, una vez más, cambios sustanciales en el modelo económico y turístico de la isla "que permita garantizar los servicios básicos a la población y el respeto al medio natural y a los espacios protegidos, porque Lanzarote tiene un límite, y nuestra paciencia también”.
La manifestación en Lanzarote, promovida por ciudadanos anónimos que no representan a ningún colectivo ni partido político, está convocada para las 11:00 horas en el Quiosco de la Música del parque José Ramírez Cerdá y recorrerá las avenidas del litoral de Arrecife hasta la sede del Cabildo, donde se leerá un manifiesto con las reivindicaciones de este movimiento social.
El movimiento “Lanzarote tiene un límite” convoca nuevamente a la ciudadanía tras las exitosas manifestaciones del 20 de abril y 20 de octubre de 2024. Dicha movilización se centra en denunciar los impactos negativos de la masificación turística sobre el territorio insular y la calidad de vida de sus habitantes. Entre sus principales demandas se encuentra la necesidad de un modelo turístico controlado, con planes de decrecimiento, que garantice el acceso a servicios públicos esenciales como la vivienda, la sanidad, el agua y la conservación de la biodiversidad, asegurando así la protección de la población y del entorno natural.
Entre sus reivindicaciones destaca también la necesidad de una ley de residencia que permita regular el crecimiento poblacional en un territorio limitado, frágil y fragmentado como el canario, como medida imprescindible para preservar el equilibrio social, económico y ambiental de las islas.
Problemas sin resolver
A pesar de la creciente preocupación social, las respuestas políticas han sido insuficientes y se han limitado, en muchos casos, a discursos que apelan al compromiso y la sostenibilidad sin traducirse en acciones concretas. Mientras tanto, persisten numerosos problemas estructurales que afectan gravemente a la población y al territorio: la congestión del sistema sanitario, la dificultad de acceso a la vivienda, el colapso en la gestión de residuos, la escasez de agua tanto para el consumo humano como para el sector agrícola, el deterioro de la calidad de vida, un transporte público ineficiente y la creciente presión sobre los espacios naturales protegidos, expuestos a infracciones ambientales y a una pérdida constante de biodiversidad.
Este movimiento social afirma que “la isla está colapsada social y ambientalmente”, por lo que exige al poder político y empresarial “cambiar el modelo de turismo de masas por un modelo regulado, basado en el decrecimiento y en la convivencia sostenible de la industria turística con el bienestar general de la población”.
Aseguran que para ello es vital empezar por la moratoria turística, tan reclamada desde hace décadas y tan ignorada, para parar y repensar en el modelo turístico y económico que queremos desde la población canaria. En definitiva, la movilización busca que Canarias apueste por un modelo capaz de dar respuesta a las necesidades de la población y sea capaz de defender sus espacios naturales y recuperar la productividad de otros sectores económicos, para asegurar que si el turismo cae, Canarias se mantiene.
Desde la organización ciudadana se invita a toda la población consciente y sensible con las problemáticas que atraviesan la isla a unirse a esta tercera manifestación para seguir exigiendo una isla que merezca ser vivida y no solo visitada.