Relatos de Vida

"La vida nos entretiene, pero debemos pensar en cómo queremos terminarla y normalizar la muerte"

Entrevista a Elisa Corujo, geriatra
Como piedra angular en el cuidado las personas mayores, la geriatra Elisa Corujo habla en una entrevista sobre su historia personal y profesional: "La pérdida de familiares en mi adolescencia hizo que me sensibilizara mucho con la muerte"
"La vida nos entretiene, pero debemos pensar en cómo queremos terminarla y normalizar la muerte"

Desde joven tuvo muy claro que quería dedicarse a los cuidados en el campo de la salud. La primera mujer médico del pueblo, una persona que rebosa humanidad y que se desenvuelve en el mundo de los ancianos. 

Distintas etapas y experiencias de su propia historia le hicieron sensibilizarse con el acompañamiento al final de la vida. Especializada en Geriatría, ella es Elisa Corujo Rodríguez. 

"Tuve una historia familiar donde había problemas de salud, y cuando esos problemas se dan en la adolescencia, no cabe duda de que la sensibilidad crece mucho más. Viví el sufrimiento de mi madre con la pérdida de su madre y también con la pérdida de un hijo y de su marido. Sufrimiento por tanto que también sentí yo con la pérdida de un padre y un hermano. Todo esto me hizo sensibilizarme con la muerte y asumir desde muy pronto que la vida tiene un final. Desde ahí entendí que debemos intentar que ese final sea digno", explica Corujo en la entrevista.

 Cuando termino la carrera es cuando aparece una historia familiar complicada, la pérdida de mi padre

La médica vivió en Lanzarote el tiempo de mayor apertura en todos los sentidos, de cambio social, cultural y político. Unos tiempos que coincidieron con la etapa de crecimiento personal y profesional de la geriatra. "Cuando yo termino la carrera es cuando aparece una historia familiar complicada, la pérdida de mi padre, un pilar importante en la familia. En esos momentos lo único que pedía era no no perder el sentido común. Me di cuenta de que hay que seguir hacia adelante", recuerda emocionada.

Y así fueron sus comienzos, con historias que golpearon en su puerta y a las que tuvo que hacer frente junto a su familia. Más adelante comenzó su trayectoria profesional. Su primer centro de trabajo fue el Hospital Insular de Lanzarote, donde participó en la creación de los niveles asistenciales en la atención al anciano. "Conseguimos grandes logros en su salud: estar, escuchar, conciliar, tratar lo tratable y amparar muchas de sus necesidades para que los cuidados sean dignos", subraya la médica.

Hay cierto confort, emocional y profesional, cuando sabemos que el final de vida ha llegado de una manera digna y consensuada

Todo en medio de una época en la que los remedios sanitarios eran muy escasos y la atención a los ancianos estaba "en pañales". En ese sentido, "eran los cuidados y el acompañamiento los que aliviaban el malestar". Afortunadamente todo fue avanzando, gracias precisamente al trabajo incansable que realizaron profesionales que, como Elisa, lucharon durante años por hacer ver que la geriatría era fundamental en la vida de todos.

Su centro de trabajo actual es el Hospital Dr. José Molina Orosa, donde continúa desempeñando una encomiable labor con pacientes y familiares. Como piedra angular en el cuidado de la salud de las personas mayores, Elisa Corujo explica que el objetivo pasa por "aportar calidad de vida hasta el final. No cabe duda de que hay cierto confort, emocional y profesional, cuando sabemos que el final de vida ha llegado para la persona de una manera digna y consensuada". 

En palabras de la médica, "estar al lado de la vulnerabilidad del ser humano nos hace revalidar nuestra humanidad". "La condición humana nos pone al límite en momentos duros, y es ahí cuando tienes que salir adelante para seguir creciendo. Yo me caracterizo por ser muy resiliente, considero que todo sirve para crecer", concluye.

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