Condenado a 13 años de cárcel un vecino de Tinajo por agresión sexual continuada a una menor
La víctima era hija de la mujer con la que convivía el condenado y las agresiones comenzaron cuando la pequeña no habia cumplido los 11 años continuando hasta que tenía 13.
La Sección I de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 13 años, seis meses y un día de cárcel a un hombre natural de Las Palmas de Gran Canaria y vecino de Tinajo, por agresión sexual continuada a una menor, hija de la mujer con la que convivía.
Además de la condena penal, se le impone alejamiento durante 22 años e inhabilitación para profesión u oficio relacionada con menores durante 20 años, y 100.000 euros de indemnización para la víctima.
Los magistrados consideran probado que el condenado, aproximadamente, desde el mes de septiembre de 2015 hasta el mes de agosto del año 2018 ambos inclusive, "movido por su atracción sexual hacia los menores de edad, con ánimo de mantener relaciones sexuales y satisfacer así su ánimo libidinoso", mantuvo "numerosos encuentros sexuales" con una menor de edad, valiéndose para ello de la relación de confianza existente entre ambos, "por ser el procesado la pareja sentimental de la madre de la menor de edad y por convivir ambos en el mismo domicilio común".
La fiscalía había detallado que lass relaciones sexuales "plenas y no consentidas por la menor de edad", comenzaron cuando esta tenía tan sólo 10 años de edad, "continuadas en el tiempo hasta los 12 años de edad de aquella". Dichos encuentros sexuales tuvieron lugar en el domicilio común, "siempre aprovechando la ausencia de la pareja sentimental del acusado y madre de la menor y siendo plenamente consciente de la situación de desventaja en la que se encontraba la menor de edad, atendiendo a su constitución física y grado de madurez".
Los actos sexuales consistieron "en tocamientos y besos de todo tipo y en relaciones sexuales plenas con penetración y sin preservativo", obligando a la menor de edad a mantener dichas relaciones sexuales, "bajo la amenaza de que la iba a meter en un internado, de que la iba a hacer la vida imposible y de que la iba a rajar la cabeza".
Graves daños psicológicos
Como consecuencia de todo ello, la menor de edad víctima, "presenta síntomas de tipo depresivo, somatizaciones, síntomas de ansiedad, baja autoestima, problemas de adaptación personal y tendencia a problemas escolares, objetivándose en la misma la existencia de secuelas y daño psicológico, consistentes en un trastorno adaptativo con síntomas predominantemente de tipo depresivo".
