Pedro San Ginés pidió a Fernando Clavijo que mediara ante la Fiscalía para concertar una cita
El minucioso y detallado estudio que la investigación policial está haciendo de los dispositivos electrónicos intervenidos al expresidente del Cabildo Pedro San Ginés (CC) y a su amigo el abogado Ignacio Calatayud, sigue aportando hechos llamativos. En este caso, fruto de la preocupación de San Ginés ante el juicio al que iba a ser sometido por la irrupción en propiedad privada y posterior incautación de la planta desaladora de Montaña Roja.
Ayer informábamos de los intentos de influir en los testigos, desvelados por las conversaciones en el grupo de Whatsapp que formaban Calatayud, San Ginés, el decano del Colegio de Abogados de Lanzarote y cuñado de Pedro San Ginés, Carlos Viñas Romero, y el penalista José María Calero Martínez, antiguo fiscal, actualmente en excedencia, conocido por su intervención en casos de tanta repercusión como Gürtel o los ERE de la Junta de Andalucía, en el que defendió a José Antonio Griñán, y tío de Calatayud.
Las conversaciones intervenidas demuestran que los integrantes del grupo mantuvieron una intensa actividad para influir en el testimonio de los testigos y muestran la preocupación de San Ginés por el desarrollo de la causa y su enorme interés porque José María Calero se entreviste con altos responsables de la Fiscalía, hasta el punto de que llegó a solicitarle a Fernando Clavijo que le concertara una cita.
Clavijo responde 'a la gallega'
En efecto, el 16 de septiembre de 2021, San Ginés comparte un mensaje en el grupo en el que, tras hablar con el expresidente de Canarias, este le responde. Y no es lo que esperaba: "Clavijo me dijo que 'su mediación podía ser positiva, pero también todo lo contrario', que la fiscalía es rarita».
Ante el escaqueo de Clavijo, el encargado de hacer el recado de San Ginés es el decano del Colegio de la Abogacía de Lanzarote, Carlos Viñas. Y con éxito: el 2 de noviembre de 2021 tiene lugar el encuentro pedido y, al finalizar la reunión, José María Calero le envía un Whatsapp a Ignacio Calatayud con un texto breve pero revelador: "Celebrada reunión buenas sensaciones, ya te cuento".
Precisamente el polémico papel jugado por la Fiscalía ha sido determinante en la sentencia del caso de la desaladora de Montaña Roja. Durante la instrucción del procedimiento el Ministerio Fiscal desempeñó un papel activo tanto en sostener la existencia de delito como en respaldar la personación como acusación popular de los antiguos consejeros de Podemos en el Cabildo de Lanzarote.
Y la Fiscalía actuó como la trama esperaba
Sin embargo, la Fiscalía modificó su postura tras el abandono de la empresa querellante, Club Lanzarote, que se retiró del procedimiento tras llegar a un acuerdo con Pedro San Ginés. Ese cambio de criterio fue justificado también por el sobreseimiento provisional que acordó el exjuez corrupto Salvador Alba -actualmente en la cárcel- con respecto a Ignacio Calatayud, archivando las actuaciones seguidas contra el letrado.
La retirada del querellante y la renuncia a acusar de la Fiscalía sirvió de base para una controvertida sentencia, recurrida por la acusación popular, en la que la jueza niega la capacidad de personarse a los exconsejeros de Podemos y obvia entrar en el fondo del asunto, a pesar de recoger como hechos probados los fallos judiciales que determinaron en la vía contencioso-administrativa que la incautación de la desaladora había sido ilegal.
¿Y ahora?
Las conversaciones interceptadas por la Guardia Civil han supuesto un auténtico golpe para Pedro San Ginés, por cuanto han quedado acreditadas las maniobras para influir en el testimonio de los testigos y han sembrado dudas más que razonables sobre el papel jugado por la Fiscalía en el procedimiento.
Se abre ahora un nuevo escenario, pues al recurso interpuesto por los denunciantes contra la sentencia absolutoria se une una más que posible solicitud de nulidad, dada las graves irregularidades detectadas por la investigación del conocido como Caso San Ginés.
