JUSTICIA

Los trabajos que Pedro San Ginés y Astrid dijeron que no existían, sí existen

El auto judicial se detiene en Mario Alberto Perdomo y Gloria Valenciano, despejando toda sombra de sospecha sobre el recto quehacer y proceder profesional de ambos para los CACTs.
Los trabajos que Pedro San Ginés y Astrid dijeron que no existían, sí existen

El auto del juez José Luis Ruíz Martínez, magistrado titular del Juzgado de Instrucción Nº 3 (antiguo mixto Nº 8), de Arrecife, al decretar el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones sobre el caso de la cocina de Jameos, se detiene en detalle en la situación de dos de los investigados, Mario Alberto Perdomo y Gloria Valenciano. De nuevo, el magistrado es extremadamente contundente, despejando toda sombra de sospecha sobre el buen hacer profesional de ambos, a pesar del inusitado esfuerzo realizado desde el foco de la corrupción insular y sus bien pagados satélites. Otro varapalo para los denunciantes.
  
Dice el auto: “Trabajos cuya realidad y circunstancias concurrentes adquieren carta de naturaleza, no ya solo con la copiosa documental incorporada en autos con la nomenclatura Anexos I y II, sino con las fidedignas e ilustrativas precisiones expuestas por la testigo Sra Hernández Martí que en su relevante y protagonista papel de trabajadora de la firma V&A Asociados, al tiempo de los contratos suscritos por la misma con EPEL-CACTS, afirmó haber desempeñado su labor en los CACTS bajo la coordinación de D. Mario Alberto Perdomo y en colaboración con D. Carlos Reyes (recuérdese su segundo apellido Betancort ) en dos tramos cronológicos de 4 meses, el primer periodo en el año 2008, y el segundo en el ejercicio 2009, consistiendo su actividad en localizar, recopilar y organizar dentro de una base de datos todo tipo de documentos relacionados con la historia, geografía y otros de los CACTS, o en algunos casos de los espacios naturales preexistentes, tales como Timanfaya o Cueva de los Verdes, conformándose su sede laboral de signo itinerante, ya que en su trabajo tenía que consultar datos y particulares residenciados en diversas bibliotecas y centros documentales, amén de venir necesaria la entrevista de una multiplicidad de personas, acudiendo frecuentemente a dependencias del Cabildo Insular, al Centro de Datos del mismo, y a los propios CATS ( téngase en cuenta dispersos por todo el territorio insular)”.
 
Prosigue el auto: “Precisando en otro orden de ideas que ademas se realizaron trabajos concernientes a mapas trípticos y otros instrumentos informativos y publicitarios de los CACTS y en colaboración en dichas actividades con D.Carlos Reyes (Betancort) se llevó a punto toda la revisión de los datos recabados y la redacción de estilo de las guías oficiales de los Centros, amén de confeccionar trípticos en varios idiomas, puntualizando a interpelación de la querellante que si con relación a la base de datos signada esta podría calificarse como específicamente diseñada para los CACTS que eso dependía de la valoración que se hiciese al respecto, ya que existían dos elementos de análisis, el primero la recopilación de datos, y la organización de todos esos datos de forma útil, que se hizo específicamente para los CACTS, al igual que los trabajos complementarios, y en segundo lugar que una base de datos está formada por la estructura informática que permite ordenar los datos y por la propia información de los datos que se introduce dentro de la estructura informática”.
 
A continuación, el auto señala: “Concretando al respecto que la información se captó específicamente con el objetivo de cumplir lo que solicitaba los CACTS, pero que la estructura informática, era preexistente, lo cual suponía una ventaja, porque era compatible, ya estaba hecha y no había que esperar meses para que otra persona elaborase dicha base, lo cual hubiese implicado una (eventualmente en el argot cotidiano de los administrados y usuarios del servicio indeseable y desafortunada) postergación del trabajo, y que al contestar a la pregunta formulada por la querellante sobre si a la hora de alojar esos datos se estableció dentro de la estructura preexistente del Cabildo algún apartado diferenciado que permitiera acreditar la realización de un Centro de Documentación específicamente diseñado para los CACTS, nítidamente contesto que sí, que a la hora de completar los formularios de la base de datos había un campo en el que se ponían las palabras claves de cada documento y además la declarante de los documentos más densos y extenso, captaba las citas más esenciales, de manera que cuando un investigador fuera a buscar información poniendo las palabras clave en la búsqueda, encontrara no solamente la referencia general, sino también el título de la obra, el autor de la misma, el año en que se editó, el organismo que lo editó y adicionalmente entre comillas la cita exacta con la página que se refería al centro concreto”.
 
Y concluye Su Señoría en este apartado: “Testimonio por lo demás avalado por el Sr Reyes Betancort que en su función de trabajador del Cabildo Insular de Lanzarote reconoció haber sido seleccionado / recabado para trabajar en labores de coordinación para la memoria del Centro de Datos de los CACTS y otros proyectos emprendidos por dicha EPEL, como productos para establecimientos, comerciales y hoteleros, que le dieron instrucciones para que se coordinase con el Sr Mario Alberto Perdomo, siendo la Sra Hernández Martí la persona que se encargaba básicamente de dicho trabajo, y que en ese periodo la anterior le comentó el trabajo que estaba realizando sobre una base de datos para la creación de un Centro de Documentación Histórico de los CACTS y como le gustó el proyecto y pensó que podía ser útil para el propio Centro de Datos del Cabildo, por ser compatibles o complementarios, le proporcionó una clave a María Hernández para que pudiese alojar tales datos en la página Web”.

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