Basura en la Biosfera

Lanzarote está llena de basura. Lo sabíamos de sobra, pero como nos lo acaban de decir formalmente y nos han colocado una pequeña muestra delante de nuestros ojos, en un lugar bien visible, parece que nos cuesta admitir a realidad. Durante tres meses, más de mil alumnos de institutos de los siete municipios han realizado salidas por los alrededores de sus centros educativos para geolocalizar los residuos, hacer fotografías y difundir los resultados. Han recogido una tonelada de basura y los autores del proyecto han llegado a la conclusión de que recoger y limpiar no funciona porque la gente sigue tirando. Esto también se sabía. De ahí viene la instalación que se ha colocado en la rotonda de Altavista, rellena de residuos que previamente geolocalizaron los alumnos durante la actividad.
 
Lo que nos remueve es la visibilidad y la constatación de que, como sociedad, somos bastante cochinos. Por muy biosféricos y geparquianos que nos creamos. Si este proyecto se quedara en las aulas, el alumnado participante contaría su experiencia en sus casas, los adultos haríamos como que les escuchamos y a otra cosa. Pero poner la tarea a la vista de todos nos señala como corresponsables de una sociedad consumista y despilfarradora, y que oculta sus defectos en lugar de abordarlos para corregirlos. La itinerancia de la instalación es insuficiente. Habría que replicarla y colocar una en cada rotonda, y mira que hay rotondas en la isla, hasta que en cada hogar, en cada empresa y en cada ciudadano se produzca la profunda transformación que necesita la vida en este lugar del planeta.

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