Prospecciones petrolíferas en aguas marroquíes

Lanzarote y Fuerteventura, otra vez amenazadas

Marruecos autoriza a una compañía italiana a realizar prospecciones petrolíferas frente a  las costas de dos islas más orientales de Canarias.
Lanzarote y Fuerteventura, otra vez amenazadas

Las Islas Canarias vuelven a estar amenazadas al conocerse que el gobierno marroquí ha autorizado a una compañía italiana a realizar prospecciones petrolíferas en sus aguas territoriales, frente a  las costas de dos islas más orientales. Salvo el PP y las grandes patronales, Canarias ya dijo no a la explotación del petróleo en las aguas próximas y ha iniciado un proceso, aunque lento, de transición hacia las energías limpias. Pero Marruecos es un estado soberano y no va a permitir injerencias en cuestiones internas.
 
El Cabildo de Fuerteventura ha reaccionado con rapidez y se dirigirá al Gobierno de M. Rajoy y a la Comisión Europea para tratar de evitar que se produzcan nuevas prospecciones en aguas próximas a Canarias. El PSOE, Somos Lanzarote, Nueva Canarias y Cs también han manifestado su preocupación. Lógico, ya que el año pasado visitaron las Islas más de 16 millones de turistas, y, de ellos, más de tres millones se decantaron por Lanzarote. El Archipiélago es el primer destino turístico español para los extranjeros, y uno de los principales de Europa. El conflicto está servido.
 
El permiso de exploración concedido abarca las aguas próximas a Tarfaya
Tremendo problema tiene ante sí Canarias. En las Islas vivimos del turismo y la actividad petrolífera es incompatible con una actividad que exige mares limpios y con calidad medio ambiental. El Reino de Marruecos está en todo su derecho de explotar los recursos naturales que se encuentran en sus aguas jurisdiccionales, y, tratándose de un socio preferente de la Unión Europea, España y la OTAN, todo indica que las presiones diplomáticas no van a prosperar, por lo que continuarán las prospecciones y, de hallarse, el petróleo será extraído. Hay que ponerse en lo peor.
 
El permiso de exploración concedido abarca las aguas próximas a Tarfaya y ocupa una superficie de 23.900 kilómetros cuadrados en una profundidad de agua de hasta 1.000 metros. Enfrente de esta área el Gobierno español pretendió autorizar prospecciones de petróleo en Canarias.
 
Una mediana imaginaria separa las aguas territoriales entre Marruecos y Canarias. La distancia más corta entre ambos países se encuentra entre el puerto de Tarfaya y la isla de Fuerteventura, y es de unas 60 millas (95 kilómetros). De la mediana hacia la costa africana, las aguas y sus recursos subterráneos se encuentran bajo jurisdicción marroquí.
 
Nadie puede garantizar que no se produzcan accidentes de envergadura
La historia reciente demuestra que los accidentes, explosiones, hundimientos, fugas y vertidos de petróleo son una constante realidad en las plataformas petrolíferas asentadas sobre el mar. Desde las primeras explotaciones de esta naturaleza a principios del siglo XX y hasta la fecha de hoy, los vertidos de crudo al mar se han multiplicado a pesar de los avances tecnológicos implementados. Por lo tanto, es falso que la actividad extractiva de petróleo no genere riesgos ambientales. Nadie puede garantizar que no se produzcan accidentes de envergadura, así que las temidas mareas negras son una amenaza cierta.
 
Vaya momento escogió el PP para integrarse en el grupo de gobierno en el Cabildo Insular, y vaya momento eligió CC para incorporar a los populares al gobierno insular. Si hay algún rastro de piche en las costas de Lanzarote en fechas venideras, ya verás como la culpa se la echan al cierre de la avenida marítima de Arrecife al tráfico privado. Pero, más allá de la política local de bajo vuelo, las actividades extractivas de petróleo frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, mediante el uso de plataformas petrolíferas marinas, pueden ser una realidad en muy poco tiempo.

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