Top Secret, 31 de octubre de 2018

Los finaos

Los finaos
La Orden del Cachorro Canario es una asociación sin ánimo de lucro, cuya finalidad es la de rescatar, vivir, transmitir y defender los signos internos y externos de todo aquello que está relacionado con la toma efectiva de conciencia de la identidad canaria. Llegados a estas fechas, una de las tradiciones inequívocamente canarias es la noche de Los Finaos. Las familias, en la víspera del Día de Todos los Santos se reunían y la persona mayor (abuela o madre) era la encargada de rezar el rosario. Por cada finao, encendía una vela mientras se continuaba rezando. Luego se comían los frutos de la época como, castañas, nueces, almendras, porretos o fruta seca. Los hombres mayores acompañaban este almuerzo con ron miel, vino dulce o coñac, mientras que las mujeres lo hacían con alguna copa de anís o algún licor casero en menor medida. Los más pequeños cogían una talega y pasaban por las casas pidiendo los santos. Según recoge la tradición, “tocaban en la puertas y preguntaban si había santos. La dueña respondía que sí, depositando en la talega algún que otro fruto seco, almendras, hijos o castañas”. Otra de las tradiciones era el llamado "Velorio de los Angelitos". Cuando un niño o niña menor de siete años moría, le cantaban y bailaban durante la noche, permaneciendo en el velorio hasta el día siguiente, cuando se le llevaba hasta el cementerio. Se pensaba que, de esta forma, “de angelito” tardaba menos tiempo en llegar a Dios.
 
Velorio de los Angelitos
En el tiempo de velorio, después de que un niño moría, la gente del lugar se reunía en la casa y la madrina era la primera que debía levantar el lecho al pequeño muerto. En este momento, “comenzaba a bailar con él en los brazos hasta darle la vuelta al local en donde el niño estaba amortajado”. Una vez que la madrina daba esta vuelta, se lo entregaba en brazos al padrino y éste hacía lo mismo que ella. Era a partir de ese momento cuando la concurrencia allí presente comenzaba a bailar y cantarle versos alusivos al niño durante toda lo noche, al tiempo que mandaban recados al más allá. Al día siguiente, a la hora del entierro comenzaban a hacerle “al angelito” los encargos que debía llevar con él y lo hacía cualquier persona que tuviera un familiar que se hubiera muerto. “¡Dile a mi padre que la niña que dejó pequeña ya se casó y que aquí estamos muy bien y para que te acuerdes te pongo una cinta de color verde!”. Estas tradiciones las narra con pasión la doctora en sociología Carmen Morales, lanzaroteña, actual Directora General de Protección del Menor y la Familia del Gobierno de Canarias, acionalista de Coalición Canaria y miembro de la Orden.
 
El PP y Teguise
Y es precisamente un ayuntamiento gobernado por Coalición Canaria el que se ha llevado las críticas, del PP en este caso, por no acordarse de la Noche de Finaos y sí de Halloween una tradición propia de otras culturas que está bien que conozcamos e incluso que las disfrutemos, pero sin olvidarnos de las nuestras. Eso es lo que le viene a decir el concejal popular al alcalde de CC al que ya las propias juventudes del partido han criticado por celebrar actos muy poco nacionalistas. Los Finaos adolecen del glamour y el marketing de Halloween, pero es lo nuestro de toda la vida y, efectivamente, no estaría de más que todos los ayuntamientos (la mayoría ya lo hacen) se preocuparan de recordarlo en estas fechas. Igual que hacen algunos centros educativos que, al tiempo que dejan volar la imaginación halloweeniana, ilustran a los más pequeños sobre lo ancestral. Y eso está muy bien. Con suerte se acordarán de ello cuando lleguen a alcaldes o alcaldesas.

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