Top Secret, 30 de junio de 2020

Malpaso

Malpaso

La pasada semana el Cabildo anunció ‘cortes intermitentes’ en la carretera que une Teguise con Haría, por Los Valles, debido a desprendimientos en las curvas de Malpaso. Y se nos vino a la memoria Tabayesco. Fue en octubre de 2017, pronto hará tres años, cuando se cerró esta carretera por la zona del cruce de Temisa. También por desprendimientos. Tres años no parece haber sido tiempo suficiente para arreglarla. Hace más de un año, en la anterior legislatura, el Cabildo señalizó y pintó de amarillo la carretera del Complejo nadatecnológico a Nazaret. Llevaba tantos años en un deplorable estado que ya les daría hasta vergüenza no dar siquiera un pasito que invitara a pensar que estaban en ello. O eso o había elecciones a la vista, que las había. Inútil medida, si acaso fue esto último porque los mandaron a la oposición. Y si hablamos de carreteras lamentables, para no cansarles mucho, que la lista es interminable, añadiremos la de Guatiza a El Mojón y la Mozaga a La Vegueta por El Peñón. Todas ellas monumentos a la incompetencia política insular. Muy arraigada. Casi idiosincrasia.

Gasolina

Hace años, de todo hace años en esta isla, el gobierno de Coalición Canaria tuvo la brillante idea de gravar el combustible con la idea de destinar ese dinero al arreglo de carreteras. Para que el pueblo no se enfadase y los mandara a freír chuchangas, que fue donde los mandó en mayo del 19, trataron de vendernos que ese impuesto repercutiría sobre el empresario de gasolineras y no sobre el ciudadano. Carambola doble: trataron de imbéciles a los empresarios de gasolineras y a los vecinos. Los listillos de la manguera del gasoil, con los ojos inyectados en euros, no dudaron en mandarle el palo al automovilista. Como ven, nada extraordinario. Sea como fuere, la pasta que recaudaron en el Cabildo les dio para pintar un par de carreterillas, con la señalética oficial, la de blanco, y la susodicha de Nazaret al Complejo agronada con el amarillo. Color que, dicho sea de paso, se asocia al narcisismo. Aunque esto no venga a cuento. O sí.

Cuentas

Como cabía esperar, porque aquí ya nos conocemos todos, ese sablazo al bolsillo del empresario de gasolineras -un momento, que paramos de reír- resultó inútil. A la vista está: las carreteras que hace un siglo estaban fatal, hoy en día lo siguen estando. Dos más dos. Naturalmente del Gobierno de Canarias poco cabía esperar. En veinte años han invertido en Lanzarote ni la mitad de lo que cuesta el tramo de Puerto del Rosario a La Caldereta, en Fuerteventura. No busquen: 16,3 kilómetros. 130 millones de euros. Aquí con ese dinero les ha dado para la rambla -inacabada- de Arrecife a Tahíche y la circunvalación -mal acabada- de la Capital. Y les sobró un dinerillo en la gaveta que los de ahora se han encontrado y lo mandan para parches. Pero como aquí somos, como decirlo, de buen conformar, pues nos podemos pegar otro cuarto de siglo rompiendo amortiguadores y diciéndoles a los ciclistas del Ironman que para el año siguiente la carretera estará en condiciones.

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