Top Secret, 5 de marzo de 2018

Otro cese

Otro cese
¿Qué cese se conocerá en las próximas horas si se cumple el guión político previsto? Suena a venganza contra el que consideran “ideólogo” de que no prosperara la moción de censura en el Cabildo de Lanzarote. Aunque de repente muchos de ustedes se enteran de que 'trabajaba' ahí ahora que lo van a echar, si finalmente lo echan. El viernes nos aseguraban que el cese estaba ya firmado por parte de la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta. ¿A quien echan? A un asesor del Partido de Independientes de Lanzarote, PIL. Dicen que es el hombre que ha dirigido las maniobras orgánicas para que Manuel Cabrera hiciera el pato en el tema del me voy-vuelvo al grupo de gobierno del Cabildo de Lanzarote. Es cierto que, por cuestiones personales, el presidente del PIL, Ramón Bermúdez, estuvo más pendiente de su hogar que de lo que ocurría en el partido, y así las cosas su vicepresidente, José Marcial González, fue el encargado de capitanear la nave en los días de la incertidumbre. Naturalmente compaginaba la coordinación del PIL con su ingente tarea de asesor en Arrecife, de la que toda la ciudad habla. La cosa acabó como acabó y, ahora, José Marcial González puede pagar los platos rotos lejos de los despachos municipales. El viernes estaba decidido su cese. El mosqueo en el Partido Socialista con el vicepresidente del PIL es mayúsculo y los concejales insularistas en la capital no mueven ni media pestaña para salvarle el pescuezo.
 
Los motivos
González se puso en la diana cuando maniobró para que el Consejo Político del PIL ordenara a Manuel Cabrera tragarse las emotivas tres hojas con las que se despidió del gobierno en el Cabildo y regresar dócilmente a la vera derecha de Pedro San Ginés, en perfecta armonía con Coalición Canaria y el Partido Popular. ¡Ah! Y de Juan Manuel Sosa, de Nueva Canarias, pues no consta que el partido que coordina Armando Santana haya echado a Sosa, pese a que lo han anunciado ni se sabe la de veces. Decíamos que José Miguel quedó retratado en una de las últimas reuniones trascendentales que le puedan quedar al PIL, con mucho más pasado que futuro como partido político. Cuentan que, en un momento dado, sucedían dos cosas en paralelo: de un lado, Coalición Canaria tratando que Manuel Cabrera regresara el gobierno para reeditar el pacto y garantizar la mayoría; de otro, la moción de censura contra Pedro San Ginés había puesto ya de acuerdo al PSOE, Podemos, Ciudadanos, Somos y únicamente quedaba la decisión del PIL. 
 
El Consejo
Llega el día de decidir. Se convoca Consejo Político para analizar las dos cosas. Horas antes, un miembro de la oposición en el Cabildo les entrega en mano la propuesta de gobierno, los puntos del acuerdo y el reparto de áreas, consensuado con Manuel Cabrera. Pero para sorpresa de muchos, indignación de otros y estupor general entre los firmantes de la moción, en el PIL no se debate ese documento sino únicamente el del regreso al pacto. Y se aprueba. Luego mandarían decir que lo de la moción de censura estaba verde. El caso es que en ese momento lo poquito que queda del PIL, encima se divide por dos. Y José Marcial González queda señalado. Desde entonces no ha habido tregua para expulsarlo de la nómina de asesores de Arrecife e, insistimos, el viernes se daba por hecho. ¿Qué ocurrirá después? Evidentemente es un golpe duro: el vicepresidente del PIL, botado a la calle. En cualquier otro momento la respuesta insularista hubiese sido para echarse a temblar, pero ahora bastante tienen con llegar a las próximas elecciones con aire suficiente para seguir respirando. Pueden ser las últimas como partido. Si es que son.

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