Top Secret, 22 de octubre de 2020

Papacría

Papacría

Merecen que la conozcamos mejor. Se trata de la Asociación "Papacría", de aquí, de la isla. Y se dedican a visualizar la problemática de la basura a través del arte y las nuevas tecnologías. Su perfomance más conocida acaso sea la de aquellas letras NO/ON que se ubicaron en las rotondas y que se iban llenando de plásticos del entorno. Decimos la más conocida por la polémica que desató de gente que, o no entendía el mensaje o que no compartía la manera. En todo caso, misión cumplida porque una de las finalidades del arte es, precisamente, despertar conciencias y generar crítica y debate. Bien, pues Papacría, en estos momentos, se encuentran inmersos en un proyecto que se llama ADMA, Archivo de Delitos Medio Ambientales, que pretende disuadir a todas esas personas que dejan abandonada su basura en la naturaleza y que no son conscientes que al desprenderse de la misma están "tirando" datos, con los cuales se les podría identificar.

Datos

En efecto, cada cosa que tiramos, aunque no nos lo parezca, lleva nuestro ADN. Y no sólo nos señala genéticamente, sino que nos identifica como seres asociales o, como diría cualquier vecino así, de sopetón, en unos guarros de mucho cuidado. La iniciativa de Papacría se explica en este enlace: https://delitosmedioambientales.wordpress.com/. Además, cada semana participan en "El Magazine de Obe" de Biosfera Tv, todos los miércoles a las 12:30, donde muestran el trabajo de campo que vienen realizando por diferentes escombreras de la isla,
con datos muy interesantes encontrados en algunos residuos, como:  huellas, documentación, etc. Disponen de un mail para ampliar información a cualquier persona que pueda estar interesada en este u otros proyectos del colectivo: [email protected]

Delincuencia

"La basura no habla, pero dice mucho de quien la tiró", esta es una frase que utiliza Papacría y mediante la que definen la tarea que vienen desempeñando y que puede servir para identificar a estos “delincuentes medioambientales”, como les llaman sin ningún tipo de rubor ni complejo. En realidad, la tarea de este colectivo ha venido a suplir el abandono en la vigilancia de estos espacios comunes. En el medio natural, salvo el Seprona, que como hemos conocido tiene sus limitaciones y no pocos líos, pocos más se han preocupado de controlar los desmanes. No ha estado entre las prioridades del Cabildo en los últimos años no ya potenciar la unidad de Medio Ambiente, si no ni siquiera mantenerla. Y en los núcleos urbanos no hace falta ni abundar en la anarquía que impera a la hora de botar cosas conde no se debe. En resumen, que quizá les merezca la pena ahondar en la labor que realiza la gente de Papacría y, si se animan, incluso echar una mano

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